Demagogia de Inabima
Señor director:
Aunque en República Dominicana la demagogia tiene asiento en casi todas las instituciones del Estado, las hay que no les luce engendrarla ni desarrollarla. Tal es el caso del Instituto Nacional de Bienestar Magisterial, Inabima. En ocasión de celebrarse el Día del Maestro el 30 de junio pasado, el director declaró, entre otras cosas, que continuará luchando por los profesores retirados.
Es decir, que seguirá luchando por los profesores jubilados y pensionados. Sin embargo, más de dos mil docentes retirados pueden demostrar a él y a la opinión pública que esa declaración es politiquera y demagógica.
La verdadera verdad es que el director de Inabima, el ministro de Educacion, el de Hacienda y el presidente de ADP han sido vacilantes e irresponsables con más de dos mil jubilados y pensionados tan dominicanos como ellos. Solo que ellos están el poder ensordecedor e injusto.
Se trata de un personal cuyo retiro reposa en Hacienda, no en Inabima, y como si fuera una componenda entre esos cuatro funcionarios les han negado una indexacion salarial de 10% que en febrero 2014 dispuso Carlos Amarante Baret para los educadores/as retirados que devengan más de 15 mil pesos al mes, pero solo se lo aplicaron a los que pertenecen a Inabima y no a los de Hacienda.
Los afectados alegan que ninguno de esos cuatro funcionarios han hecho nada para cumplir con esa disposicion, ni siquiera el ministro de Educación que engendró dicha iniciativa. Con su declaración falaz el director de Inabima niega su rol de propiciar y proteger el bienestar de todos los educadores dominicanos/as particularmente del personal pasivo. En este acto irresponsable los dolidos exeducadores dicen que el presidente de ADP nunca se ha pronunciado al respecto.
A dos años y medio de que el ministro de Educación dispusiera ese pírrico aumento al deprimido salario de aquellos pensionados y jubilados, la mayoría por antigüedad en servicio, solo les piden a esos cuatro funcionarios, que reviertan la complicidad y la negligencia en su contra y que gestionen el pago de lo que en buena justicia les corresponde como exsacrificados maestros/as que en los tiempos más precarios sirvieron con vocación, entereza y seriedad al sistema educativo dominicano.
Atentamente,
Lic. Santiago Martínez