Impacto de la violencia.-
No debemos desdeñar ningún factor que genere violencia; es necesario tener en cuenta nuestra condición de país con estructuras económicas y superestructuras propias de un país capitalista atrasado y dependiente, con múltiples problemas en el orden económico-social, político y ético-moral.
La sociedad dominicana está acicateada por la exclusión de género, y grandes contingentes humanos la sufren en el plano económico; más de la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza.
Pero además, las políticas económico-sociales de los gobiernos que han asumido la dirección de nuestro país han generado un alto porcentaje de desempleo, analfabetismo; insalubridad, delincuencia e inseguridad.
El Estado y sus representantes continúan modelando un comportamiento caracterizado por la corrupción, exclusión social, la opulencia de los de arriba y el abuso de todo tipo contra los de abajo.
Pese a los instrumentos jurídicos, políticos y programas oficiales para el bienestar de la población en países con niveles de mayor desarrollo, también persisten normas sociales y culturales que inciden en este flagelo.
Es impostergable el fortalecimiento de las capacidades y espacios para la protección integral de niños, niñas y adolescentes, con la visibilidad y la prevención de diversos tipos de violencia, incluida la de género.
Es muy importante promover patrones de crianza positivos y paternidad responsable, atención de calidad a la primera infancia, desarrollo y participación adolescente, prevención de este fenómeno en ámbitos escolares.
Para disminuir de forma significativa la violencia multifactorial es necesario cambiar este modelo económico, social y político pervertido, generador de estos males que nos abaten.