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Anulfo Mateo Pérez

Personalidad antisocial 2 de 3

El Trastorno de Personalidad Antisocial (TPA) es una afección que se caracteriza por la frialdad afectiva, su tendencia a relaciones interpersonales irrespetando las normas y el set de actitudes de la sociedad, evitando cualquier interacción constructiva y solidaria; pueden ser imputables por sus delitos.

El trastorno antisocial de la personalidad está precedido de conductas disociales contra otros durante la niñez, y entrada la adolescencia o la edad adulta puede ser diagnosticado en la consulta especializada.

El sociópata tiende a mentir con frecuencia, violar las leyes y ante dificultades -por nimias que estas sean-, es común que se comporte de forma impulsiva, arriesgando su propia seguridad y las de los demás.

Aunque este mantiene un perfil psicológico y conducta antisocial, su comportamiento suele atenuarse con la edad, logrando controlar en cierto grado su impulsividad, fruto de la experiencia.

El sujeto, de ambos sexos, con Trastorno de Personalidad Antisocial responde muy poco a la psicoterapia; a tratamiento biológico, y en algunos casos mejora su conducta en la adultez, cuando recibe firme apoyo familiar.
Es evidente que el pensamiento y la conducta de los sociópatas difieren de los de una persona sana por su frialdad afectiva, egocentrismo, la obsesión de controlar a los demás usando “sus malas artes”.

Las personas con ese padecimiento tienen en la mente una idea, palabra o imagen fija y se encuentran dominadas por ellas; cuando no logran sus objetivos -porque alguien se lo impide-, se tornan impulsivos.

Por lo general, tienen un coeficiente de inteligencia normal o normal superior, lo que le ayuda a ganar liderazgo entre antisociales de su entorno que no alcanzan un coeficiente de inteligencia a su nivel.