Editorial

Cero mata cero

Cero mata cero

El Gobierno ha rechazado la propuesta del Consejo Económico y Social (CES), de reducir  en casi 60 mil millones de pesos el nivel máximo del gasto público para 2013, tras advertir que una reducción de esa magnitud afectaría la estabilidad económica, el empleo y los planes sociales dirigidos  de Educación, Salud Pública, Fuerzas Armadas y Policía.

La propuesta del CES fijaría en RD$410 mil millones el monto  del Presupuesto, lo que  significaría una reducción de RD$59,445 millones, a lo fijado por el Poder Ejecutivo de RD$469,445 millones, por lo que  el equipo oficial ha pedido a los sectores que integran  ese consejo explicar la metodología usada para el CES sugerir  tan drástica disminución.

La discusión en torno al déficit  fiscal y el monto presupuestal parece estar en su momento culminante, aunque falta saber  el parecer de los comisionados en torno a la propuesta del Gobierno de incrementar los ingresos con nuevos tributos en más de 50 mil millones de pesos.

Esa  sugerencia de  reducir en 60 mil millones el gasto publico, entraña  una implícita negativa por parte del Consejo Económico y Social a que se aprueben más impuestos o recortes en gastos tributarios, porque ante la propuesta del Gobierno de incrementar el ingreso en 50 mil millones y la del CES de reducir los egresos en una cantidad  casi similar, ha de imponerse la vieja  fórmula matemática de “cero mata cero”.

Un dato relevante se refiere al compromiso  del Gobierno de  completar una partida en el Presupuesto 2013  a la educación preuniversitaria equivalente al cuatro por ciento  del PIB, lo que  en términos absolutos significaría unos 65 mil millones de pesos adicionales, además de los casi 29 mil millones  que se requieren sólo para completar  el  pago de intereses de la deuda pública.

Falta saber qué trato se dispensaría al tema del  déficit del subsector eléctrico, que este año  llegaría casi a 50 mil millones de pesos, la reducción de los ingresos, de unos 35 mil millones y la transferencia de 29 mil millones para  recoger  parte del déficit cuasi fiscal del Banco Central.

Los dos mil 441 millones de pesos en sobresueldos, dietas, bonificaciones y gastos de representación,  que el CES coloca como ejemplo de desbordamiento del gasto público,  resulta  insignificante ante la magnitud  del déficit consolidado, por lo que hace falta que también se analice el lado del ingreso.

Ante un inocultable desenfreno en el gasto público,  el Gobierno promete aplicar un programa de reducción  en todas las partidas del Presupuesto del año entrante, pero al sector productivo le corresponde  aportar su necesaria cuota de sacrifico por vía de incremento de los tributos y reducción de exoneraciones y exenciones que representan unos 118 mil millones de pesos (más del  cuatro por ciento  del PIB).  El camino es de doble vía.

El Nacional

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