POR: Danilo Cruz Pichardo
D_cruzpi@hotmail.com
El sábado 10 del presente mes, a las doce de la noche, mientras dormía en la tranquilidad de mi hogar, se hicieron dos retiros en un cajero del BHD del sector de Herrera, con mi clonada tarjeta de débito del Banco de Reservas. Me enteré el domingo 11, en horas de la mañana, cuando un miembro de la seguridad del banco me llamó a mi celular.
Todo indica que cientos de dominicanos diariamente son objeto de clonación de sus tarjetas. ¿Y qué hacen los banqueros y las autoridades policiales para acabar con este delito criminal? ¿Dónde venden el plástico y las máquinas para clonar las tarjetas? ¿Cómo los hackers obtienen las claves para hacer consumo y retiros en efectivo? ¿Por qué si los cajeros tienen cámaras las autoridades no dan con el paradero de estos delincuentes?.
Me informan que muchos de los hackers son miembros de organismos de seguridad, con amplios conocimientos en tecnologías. Que son los mismos que intervienen teléfonos y penetran a los correos electrónicos de las personas y realizan múltiples fraudes electrónicos. Y ese dato lo tienen las autoridades.
Si las autoridades policiales y los banqueros se lo proponen en cuestión de horas desmantelan esa poderosa red y someten a la justicia a los autores materiales e intelectuales. Seguro estoy que el crédito policial y bancario se eleva por las nubes ante la opinión pública nacional. Además, que las instituciones financieras den seguridad a los usuarios de que ese tipo de fraude no ocurriría más.
Tengo entendido que acreditan el dinero robado a los clientes, pero nunca reponen el daño sicológico. En mi caso no habrá satisfacción con una simple llamada del Banco informando que fue acreditado el dinero de los retiros indebidos en la madrugada del sábado 10 en un cajero del BHD. Prefiero la detención de los autores materiales e intelectuales del acto criminal.