Inquieta cierre

Por la fortaleza de su sistema democrático, en Estados Unidos se ven las cosas más inverosímiles del planeta, como el actual cierre del Gobierno.

Los efectos internos son conocidos, como la suspensión de servicios administrativos y por supuesto la falta de pago a los empleados, pero la repercusión externa no deja de preocupar.

El presidente Donald Trump había advertido que de no aprobarse el presupuesto con los 5,000 millones de dólares que reclama para el muro con México la interrupción de las labores administrativas sería prolongada. Y así ha ocurrido toda vez que el mandatario no ha cedido ni siquiera frente a las exhortaciones de legisladores de su propio partido para llegar a un arreglo. Su decisión se ciñe a todo o nada.

En República Dominicana no se ha reportado suspensión en los servicios tanto diplomáticos como consulares y en materia de cooperación que proporciona el Departamento de Estado.

Pero con lo apretado que está el nudo es posible que haya que irse preparando frente a eventualidades. Trump está negado a una reapertura hasta por un tiempo limitado, como le propusieron los legisladores demócratas.