En octubre de 2018 dos venduteros de piña fueron muertos a balazos en el sector Capotillo durante un operativo realizado por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
La actual fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos, que prácticamente se estrenaba en el cargo, garantizó que la muerte de Porfirio Sánchez Estévez, de 45 años, y de Hansel Arias Cornielle, de 26, no quedaría impune.
El entonces director de la DNCD, José Eugenio Matos de la Cruz, puso a disposición del Ministerio Público los oficiales y agentes que intervinieron en el operativo para que se establecieran responsabilidades.
Pero desconcierta que todavía hoy se desconozca si los culpables de la muerte de los dos venduteros fueron identificados y sometidos a la justicia.
La fiscal Ramos se reunió con familiares de las víctimas y vecinos de Capotillo, pero los resultados de la investigación, si es que se completó, no trascendieron a la opinión pública.
Tal parece que el suceso se cerró como ha ocurrido con otros casos que involucran a agentes de seguridad cuyas investigaciones no se han dado a conocer a la población.