Ante la letalidad del coronavirus, España, que ya ocupa el segundo lugar en muertes por la enfermedad, ha tenido que endurecer las restricciones para combatir la pandemia. La supresión de todas las actividades no esenciales durante dos semanas dispuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez es un aviso de que al virus no se le puede dar tregua. Y menos cuando en lugar de reducirse los contagiados y las muertes aumentan. España registró otro máximo en el número de muertos por covid-19, en las últimas 24 horas 950, y alcanzó los 10,000 fallecidos, La medida, que tiene el objetivo de reducir aún más la movilidad de las personas, especifica que las actividades relacionadas con la alimentación, la sanidad, la energía y la información se mantendrán activas. Aunque el virus ha castigado con fuerza a España, medidas como las dispuestas por el Gobierno son un referente para todos los países, incluida República Dominicana, que luchan contra la pandemia. Las autoridades de aquí ni de ningún país deben escatimar esfuerzos ni recursos en la lucha contra el virus ni para restaurar la normalidad lo más pronto posible. Es lo que mandan las circunstancias.
