El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán, ha prometido, tras reconocer las desigualdades, tomar las decisiones de lugar en los casos de funcionarios que compiten por candidaturas en los partidos políticos.

Son muchos los casos, pero ha llamado particularmente la atención el del director de Competitividad, Rafael Paz, quien busca la candidatura a la senaduría del Distrito Nacional por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Al frente de una entidad que vela por el equilibrio y la igualdad de condiciones, se entiende que Paz ha debido dar un ejemplo renunciando a su cargo para competir por su precandidatura.

También están los casos de los senadores, que tienen a su favor los recursos del infame barrilito para competir ventajosamente tanto en la lucha interna como externa.

Son claras anomalías que la JCE tendrá que buscar la manera de corregir para que haya más nivelación en la lucha por las candidaturas.

Saben hasta los chinos de Bonao las mil maneras de utilizar los recursos públicos para ganar una nominación, y más bajo un sistema en que el respeto a la regla de juego es lo que menos cuenta.