Sabemos que amas tu melena, pero cuando tu pelo está opaco, áspero al tacto, con las puntas abiertas, rebelde, “frizz” y débil, te está diciendo que está pasando por un mal momento y que necesita urgente de tu atención.

En la mayoría de los casos, el uso excesivo de herramientas térmicas para secarlo y dejarlo, ya sea totalmente lacio o con ondas, provocan que éste se queme, y por consiguiente acarrea los problemas ya mencionados.

“El cabello se puede quemar de muchas maneras, las más comunes son el uso de la plancha todos los días, sin usar un protector térmico o protección a plazo; el uso de secadores muy cerca del cabello, una ducha muy caliente y también el sol. Las consecuencias de un cabello quemado son: se volverá más poroso, sin brillo, con muchas puntas dobles y lo principal, comenzará a romper las hebras. Para no pasar por este problema, siempre debemos usar protectores térmicos, protectores solares y secadores y uso de planchas con moderación.

Hay personas que en cualquier momento, durante el día, pasan la plancha en las orillas y las puntas y esto es un mal muy grande”, explica la experta del cabello Neves Cruz.

Para todo problema existe una solución. Para devolverle la vida a nuestra cabellera es necesario recortar las puntas que están muy rotas y comenzar la recuperación usando productos de reconstrucciones por lo menos dos veces a la semana; cortar las puntas abiertas y quemadas, y evitar exponerlo al calor durante un tiempo y dejar que se seque naturalmente, pues si dichas herramientas te permiten lucir un cabello espectacular, también lo dejan sin humedad.

Cruz recordó que “el uso de agua a altas temperaturas sobre el cabello hace que éste pierda agua, por lo que la queratina pierde aminoácidos, sobre todo el llamado triptófano. En otras palabras, el cabello carece completamente de agua, aminoácidos y lípidos”.