Editorial

Compromiso

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Al suscribir el “Compromiso Político y Social por la Educación” los candidatos presidenciales asumen un sentimiento enarbolado por una amalgama de organizaciones, que ha tenido en la demanda de que se cumpla con el 4% para la enseñanza que consigna la ley 66-97, su mayor expresión.

El gesto es significativo, pero no deja de representar un cuestionamiento al liderazgo político que se tenga que suscribir un pacto para observar lo que manda la ley. Y todo por los pretextos con que se han tratado de enmascarar las violaciones sobre los aportes públicos a la enseñanza.

El presidente Leonel Fernández, a pesar de sus sonoros discursos, se las ha arreglado para no cumplir con el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación. Aunque, paradójicamente, en foros internacionales se ha identificado con propuestas a favor de destinar no menos de un 5% de los ingresos a la enseñanza.

De tanto que se ha hablado, huelga recrear la importancia de la educación como base para el desarrollo. Pero el problema que en países como República Dominicana tiene la clase política con la enseñanza está en que no la puede exhibir en un escaparate como una obra física.

Coalición por una Educación Digna y demás entidades que han patrocinado la lucha por el 4% dieron un gran paso al comprometer a los candidatos presidenciales para que cumplan con la Ley 66-97. Pero el gesto no puede quedarse en el protocolo. Su misión es velar para que se cumpla el acuerdo.

¿Cuántos acuerdos que se han firmado  han sido violados? El Plan Decenal, que en su momento constituyó uno de los más solemnes e importantes compromisos para elevar la calidad de la enseñanza, no ha sido ejecutado por las distintas administraciones que ha tenido la nación.

De haberse hecho las inversiones acordadas en sectores como la educación es posible que la crisis de valores y correlatos como la criminalidad, la corrupción y la impunidad no contaran con la dimensión que tanto perturba a la población e incluso perjudica la captación de capitales extranjeros.

Teorías sobre la educación tampoco han faltado. Lo que sí ha faltado es que se cumplan compromisos como el asumido ayer por los candidatos presidenciales para que la nación pueda transitar, con pasos firmes y seguros, los reales senderos del desarrollo social y humano.

El Nacional

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