Tres plantas de tratamiento de aguas residuales ecológicas y autosostenibles son construidas en la Nueva Barquita, ciudad modelo que levanta el Gobierno para las familias que serán desalojadas de las orillas del río Isabela.
Las plantas de tratamiento funcionarán como humedales, mediante lagunas artificiales con plantas en flotación que absorberán los desechos de las aguas residuales, para lograr que lleguen limpias al río y no lo contaminen.
Las mismas estarán en operación 24 horas los 365 días al año, sin consumo de energía, contaminación, malos olores, sin producir plagas ni mosquitos y con bajo costo de mantenimiento.
Las plantas de tratamiento garantizan un procesamiento de aguas residuales que no agrede al medio ambiente. La Nueva Barquita prioriza las infraestructuras urbanas de servicios que sostienen a este conjunto habitacional: un sistema eléctrico soterrado que permite un adecuado arbolado, y espacios públicos.