Más que imponer, el Gobierno debería intentar convencer sobre la pertinencia de ejecutar algún proyecto que grupos ciudadanos consideran que causaría daño al medio ambiente o los recursos naturales, porque en vez de desalentar, las autoridades están en deber de estimular ese tipo de conducta cívica.
Es el caso de la pretendida construcción de una estación de autobuses en terrenos próximo a los parques del Este y de Los Tres Ojos, en Santo Domingo Este, objetada por organizaciones comunitarias, que consideran que viola normativas sobre uso de suelo y preservación medioambiental.
Se ha dicho que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales concedió la “no objeción” para la construcción de esa terminal, pero no se han hecho públicos los estudios que avalarían tan controversial decisión, inobservancia que agrava el problema en vez de conjurarlo.
Como parte del programa de reordenamiento del tránsito y el transporte, las autoridades proyectan la construcción de terminales de autobuses en las principales vías de entradas al Gran Santo Domingo, útil iniciativa que ayudaría a disminuir los taponamientos en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
Esa estación, que se construiría en un área de 25 mil metros, acogería a 17 rutas de autobuses y a miles de pasajeros, además de 26 locales comerciales, dos estaciones de recepción y envío de paqueterías y 16 boleterías, además de servir de estacionamiento fijo a 90 guaguas.
Corresponde a las comunidades que se oponen a la construcción de esa terminal sustentar con estudios o verificaciones que esa obra colocaría en grave riesgo la flora y fauna de los parques del Este y Los Tres Ojos, argumentos que deberían compararse con el informe de no objeción que se atribuye conceder al Ministerio de Medio Ambiente.
Cuando se trata de proteger recursos naturales o medioambientales, lo que debe prevalecer son los criterios técnicos, ya sean expuestos por instituciones calificadas, además de tomar en cuenta que lo que se objeta se trata de una obra de gran impacto social, que debe levantarse en ese o en otro lugar apropiado.
A lo que se aspira es a que autoridades y organizaciones comunitarias abran un provechoso espacio de diálogo, mediante el cual se conjuguen de manera armoniosa los reclamos de preservación de esos parques con la imperiosa necesidad de construir en la zona una moderna terminal de autobuses.

