La Cooperativa de Servicios Múltiples de los Maestros, Inc., Copnama, ha estado en la picota de sus socios que anidan dudas de la transparencia de su administración. Como se sabe, en toda entidad pública o privada el tema más vigilado y conflictivo es el económico, que es también el más vulnerable, atractivo para muchas gentes, y del que más se suele abusar.
Tres o cuatro décadas atrás, cónsono con el tiempo, los gestores de Copnama eran más pulcros y transparentes que en sus años siguientes. Aunque en general, hay que reconocer que antes, la gente era más honesta, más responsable y cuidaba más su vergüenza, su dignidad, y su honor.
Era costumbre informar a los socios y hasta a la opinión pública de los hechos no ordinarios de Coopnama, sobre todo, los hechos vinculados al dolo y al bochorno. En las últimas décadas se transan con los mañosos.
Cuando los socios se informaban de algún desfalco expresaban su rechazo, argumentando que robarle a su cooperativa o a su iglesia, era un pecado. Algunos de los que han metido las manos los han premiado con traslado, a otros, los han puesto a enfriarse de un hecho grave los han colocado en puestos de primera o segunda categoría, acciones dañinas para esa empresa cooperativa, apodada como la Gallina de los Huevos de Oro.
Esas distorsiones deben ser sepultadas a mayor profundidad que la que se usaba para un difunto. Desde final del año pasado hay quejas generalizadas de los socios/as que a unanimidad demandan la entrega de los excedentes del 2021, pero los actuales gestores no lo aprueban, cuya actitud no parece propia de una empresa donde sus dueños poseen el mayor poder de mando.
Los excedentes, que resultan de una proporción de las aportaciones e intereses de las operaciones que hace el socio durante un año fiscal, su entrega a los socios no violan los estatutos de Coopnama, ni la perjudica, porque no tiene carencia alguna. Hoy, iniciando el 2023, los socios demandan a unanimidad, la entrega de dichos excedentes 2021, que la gestión sea más transparente, y que descienda a cero el despilfarro en su cooperativa.
Por: Lic. Santiago Martinez