São Paulo.- Los evangélicos ganan terreno en Brasil y representan ya el 26,9 % de la población, mientras que el catolicismo retrocede a mínimos, aunque se mantiene como la religión mayoritaria del país (56,7 %), según un informe divulgado este viernes por el Gobierno.
El contingente de seguidores de las diferentes corrientes evangélicas avanzó 5,2 puntos entre 2010 y 2022, según los datos del último censo realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Ese crecimiento se produjo principalmente a costa de los feligreses católicos, que en los últimos doce años pasaron de ser el 65,1 % de la población al 56,7 %.
En número absolutos, en 2022 había unos 100 millones de católicos y cerca de 50 millones de evangélicos en el país suramericano, cuya población ronda los 213 millones de habitantes.
Los datos indican que Brasil cuenta actualmente con la menor cantidad de fieles católicos de los últimos 150 años, de acuerdo con la oficina de estadísticas del Gobierno, que tiene información al respecto desde 1872.
El informe refleja además que las religiones espírita, umbanda y candomblé, estas dos últimas de raíces africanas, siguen siendo minoritarias al no sobrepasar el 3 % de la población brasileña en su conjunto. Entre 2010 y 2022 también aumentó el número de brasileños que declararon no tener religión, del 7,9 % al 9,3 %.
Con todo, el catolicismo aún lidera en todas las regiones del país, pero cada vez ve más amenazada su posición ante el empuje de las corrientes evangélicas, especialmente en la región amazónica, donde estas alcanzan ya cerca del 40 % de la población.
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Los católicos todavía son mayoría en todos los grupos etarios, sobre todo entre la población con más edad. Por el contrario, la mayor proporción de evangélicos se encuentra en las capas más jóvenes de la sociedad.
El movimiento evangélico ha ganado tracción en las últimas décadas en Brasil, uno de los países con mayor número de católicos del mundo, con la proliferación de multitud de iglesias y el aumento de su exposición mediática.
Cada vez más presentes en la política
También se ha convertido en un importante actor político y un activo electoral. De hecho, cuentan con un bloque parlamentario propio en el Congreso brasileño, desde donde han impulsado polémicos proyectos para restringir aún más el aborto o prohibir el consumo de drogas, entre otros.
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Además, los principales líderes políticos del país pugnan por ganarse las simpatías de los evangélicos, vinculados tradicionalmente con el ideario del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022). El actual mandatario, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, también ha intentado seducirlos.
En las elecciones de 2022, en las que se impuso a Bolsonaro por un estrecho margen, Lula lanzó una “Carta a los evangélicos” para intentar revertir el rechazo que generaba y que aún genera su figura entre ese electorado.
En el corto plazo, se espera que los evangélicos vuelvan a ser fundamentales de cara a las elecciones presidenciales, regionales y legislativas que Brasil celebrará en octubre de 2026.
