A menos de un año de las elecciones, las encuestas y muestreos proyectan que la oposición recibiría una derrota humillante en esa consulta cívica. El candidato a la primera magistratura del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el presidente Danilo Medina, aventaja con más de 30 puntos porcentuales a su más cercano contendor en casi todas las encuestas y su organización aparece con más del 55 por ciento en las preferencias del electorado. Ventaja difícil de alcanzar y, aún más, de superar.
Esa ventaja tiende a desmoralizar a la oposición y provoca que un segmento de la población que esté indeciso se suba en el tren del ganador por aquello de que al dominicano no le gusta perder.
El apoyo del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), otrora adversario del PLD y el respaldo del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), dan la impresión de invencible ante el electorado.
La percepción es uno de los fundamentos esenciales en la política para inducir a la gente a votar por determinados candidatos.
El PLD, PRD y PRSC son maquinarias electorales con vasta experiencia, mientras sus adversarios con excepción del Partido Revolucionario Moderno (PRM) no son muy experimentados en ese tipo de procesos.
Disgustos
La automática nominación de los actuales legisladores es una de las brechas que podría tener la oposición para conseguir el respaldo de algún disgustado del PLD.
Se entiende que esa decisión de las altas instancias del PLD para evitar un fraccionamiento de la organización, ha creado cierto malestar, porque troncha el surgimiento de nuevos líderes locales.
La ventaja es que desde el poder se puede “complacer” en parte a los que le han tronchado sus justas aspiraciones.
PRD
Con el apoyo del partido blanco, el PLD no sólo se agencia el respaldo de su histórico adversario político, si no la casilla número uno que el PRD ocupa en la boleta electoral.
El PRD como partido fue el más votado en las pasadas elecciones por eso le corresponde esa posición en la boleta.
La posición juega un papel fundamental en aquellos electores que no están decididos por ninguno de los precandidatos.
Además, no hay mejor cuña que la del mismo palo se dice popularmente y los perredeístas conocen a sus ex compañeros.
UN APUNTE
División
Uno de los problemas de la oposición para una posible unificación es que todos sus candidatos se creen en condiciones de encabezar la boleta adversa al Gobierno, prefieren ser cabeza de ratón y no cola de león. Además, son bajos los niveles de aceptación ante el electorado.

