Opinión

Crisis haitiana

Crisis haitiana

La Cancillería dominicana tiene que insistir en su pedido para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA) asuman el rol de mediadores en la crisis política que desde hace meses abate a Haití, escenario de violentas manifestaciones en reclamo de la renuncia del presidente Jovenel Möise.

La espiral de violencia que sacude al vecino país tiene categoría de anarquía generalizada con virtual paralización de las actividades económicas y drástica reducción de la capacidad de gobernabilidad en los ámbitos del Poder Ejecutivo y del Parlamento.

El presidente Möise ha dicho que no dimitirá a pesar de las multitudinarias manifestaciones que se efectúan en Puerto Príncipe y otras ciudades haitianas en reclamo de su dimisión, por lo que la crisis política se agravaría hasta bordear el escenario de una crisis social.

Al Gobierno dominicano le asiste derecho y razón para reclamar en el Consejo de Seguridad de la ONU o ante el Presídium de la OEA un rápido abordaje de mediación entre las fuerzas políticas en conflicto a los fines de detener hemorragia política que coloca a ese empobrecido país al borde de la catástrofe.

Las autoridades nacionales gestionan de manera eficiente el riesgo de un desbordamiento migratorio como consecuencia de la situación haitiana, aunque nunca se sabe qué podría suceder en la frontera si la situación política en el lado oeste de la isla continúa en franco deterioro.

A consecuencia de la crisis haitiana se reduce la demanda de productos dominicanos desde ese territorio, como se demuestra también en la disminución de las actividades en los mercados fronterizos, porque los compradores haitianos no tienen garantía de transportes ni recursos para adquirir mercancías.

Las ventas dominicanas hacia Haití se han reducido en cerca de un 20%, especialmente de tejidos de algodón, harina de trigo, galletas, varillas de acero, cemento, rubros agrícolas y pecuarios, entre otros.

El mejor ejemplo lo representan las exportaciones de huevos que se redujeron de 30 millones de unidades mensuales a sólo diez millones.

El mercado haitiano es más importante que el de Estados Unidos, si se excluye al sector zonas francas y el único que arroja superávit en el intercambio comercial, si se toma en cuenta que las exportaciones superan los mil millones de dólares y las importaciones menos de cien millones. La crisis política haitiana es, pues, peligrosa y perjudicial para RD.

El Nacional

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