El presidente Luis Abinader ha identificado a las crisis de la deuda pública y del sector eléctrico entre los retos principales que deberá afrontar el Gobierno durante los próximos dos años, temas que seguramente fueron abordados por el Consejo de Ministros que discutió el viernes sobre los presupuestos plurianuales.
El mandatario estimó que la solución de los problemas que confronta el sector eléctrico se producirá en dos años, en tanto que la crisis del endeudamiento, que definió como la más importante, será afrontada “dentro de año y medio o más”.
Son esas dos crisis mayores que lastran a la economía, una de las cuales, la del sector eléctrico, ocasiona la mitad de la deuda del Sector Público no Financiero, lo que el Presidente definió como enorme e insostenible déficit que afecta a las finanzas públicas.
En lo referido a la deuda, el jefe de Estado atribuye su agravamiento a la paralización del motor productivo y a la baja del turismo, lo que obligó al Gobierno a promover una ley de Presupuesto Complementario por más de 200 mil millones de pesos.
No admite discusión el criterio presidencial que excluye la crisis eléctrica y de endeudamiento del mero coyunturalismo para situar su solución entre las metas estratégicas de la actual gestión de Gobierno.
Con la colocación de US$3,800 millones en bonos soberanos destinados al financiamiento de la lucha contra el coronavirus y de los subsidios a trabajadores suspendidos y familias en condiciones de vulnerabilidad, el nivel de endeudamiento público en proporción al Producto Interno Bruto (PIB) se acercaría al 60%.
El servicio a la deuda en el Presupuesto de 2021, superaría el 30% del monto global, lo que ofrece un escenario lúgubre referido al endeudamiento. En cuanto al déficit financiero del sector eléctrico, se creía que Punta Catalina reduciría sustancialmente las transferencias económicas hacia ese barril sin fondo, pero el problema persiste.
Control de la deuda pública, eliminación definitiva de los apagones y del déficit operativo del sector eléctrico son metas esenciales que el Gobierno se plantea afrontar en su programa bianual de desarrollo, lo que sin dudas cuenta con el concurso y respaldo de toda la sociedad.

