¡Alicia Alonso!
El pasado jueves 17 del corriente mes, en horas de la mañana, falleció en La Habana, Alicia Alonso, considerada una de las primeras bailarinas de ballet del mundo. El nombre artístico de Alicia Alonso, tenía como apellido el de su esposo Fernando Alonso que había fallecido en 1975. Su verdadero nombre era Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo, que a la edad de su muerte tenía 98 años siendo la menor de cuatro hermanos, hijos de padres españoles.
La primera vez que Alicia Alonso estuvo en territorio dominicano fue a partir del 20 de diciembre de 1955, cuando se inauguró la Feria Internacional de La Paz, durante la dictadura de Rafael Trujillo Molina; la última vez que visitó nuestro país fue en el año de 1976, invitada junto al Ballet que dirigía, actuando en el Teatro Nacional que estaba bajo la co-dirección de la pianista Aida Bonelly de Díaz.
El Comité Dominicano Amigos de Cuba, creado como idea e instrucciones del profesor Juan Bosch, presidente del Partido de la Liberación Dominicana, y gran amigo y defensor de Cuba, gestionó la presencia de la “prima ballerina” no igualada en el siglo XX. Como consecuencia de una petición que le hiciera Alicia a Juan Bosch y su esposa Carmen de Bosch, en la residencia del gran escritor venezolano Miguel Otero Silva, donde se habían encontrado en un almuerzo ofrecido por el anfitrión.
El autor de esta Columna se honraba en presidir el Comité Dominicano Amigos de Cuba, acompañado de un distinguido grupo de profesionales que eran Yiyo Herasme, Sonia Silvestre, Andrés Avelino, Abelardo Vicioso, Gonzalo González Canahuate y Ada Balcácer, quienes en honor de Alicia, acompañaron a distinguidas personalidades de la vida académica e intelectual del país, encabezados por los exrectores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo Rafael Kasse Acta, Andrés María Aybar Nicolás y Hugo Tolentino; el poeta Pedro Mir, el ex vicerrector Rafael de Lancer y la co-directora del Teatro Nacional, Aida Bonelly de Díaz.
Ese acontecimiento feliz, llenó de orgullo a nuestro Comité creado precisamente para estrechar los lazos entre los pueblos cubano y dominicano, hermanos con profundas raíces históricas.
El éxito alcanzado por Alicia Alonso y el Ballet Nacional de Cuba nos obligaba a seguir trabajando con entusiasmo, y dijimos en las palabras que pronunciamos, “para que se haga realidad el deseo de la mayoría de nuestro pueblo: Relaciones plenas y fraternales con Cuba”. Estas relaciones las hizo años después el gobierno del PLD presidido por el compañero Leonel Fernández Reyna, gobierno que auspició después la visita a nuestro país, en dos ocasiones, del comandante Fidel Castro Ruz a quien tuvo el honor y más que honor privilegio, de servir como edecán civil el autor de esta columna.
Máximo Gómez, el jefe militar de la independencia cubana, en la guerra sostenida contra el colonialismo español, decía con insistencia: “Entre Cuba y Santo Domingo existe una cadena de unión, cuyo primer eslabón lo forjó Hatuey con su sangre”.
La muerte de Alicia Alonso conmueve profundamente a quienes la conocimos y compartimos con ella, como emblemática e incuestionable representante del hermano pueblo cubano, solidario, fraternalmente hasta extremos inolvidables con los dominicanos a quien el líder de su revolución, admirado y querido por Alicia Alonso e igual que su hermano Raúl Castro Ruz, han llamado siempre a los dominicanos “Pueblo legendario, veterano de la historia y David del Caribe”.