Editorial

¡Cuidado!

¡Cuidado!

Vándalos penetraron ayer en las instalaciones de la zona franca binacional que opera a ambos lados de la franja fronteriza entre Dajabon y Juana Méndez, en cuyas instalaciones causaron destrozos y provocaron una situación de terror entre miles de trabajadores dominicanos y haitianos.

La empresa Compagnie Development Industriel, que opera la zona franca Codevi dijo en un comunicado que desaprensivos irrumpieron de manera abrupta en algunos de los depósitos de alimentos, destruyendo parte de sus instalaciones, lo que obligó a despachar al personal.

La situación de desorden y anarquía prevaleciente en gran parte del territorio haitiano se expande ya hacia la zona fronteriza con la irrupción de una turba de facinerosos en el complejo industrial que provee el mayor número de empleos en Haití.

Tropas del Ejército y del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) asumieron la custodia de las instalaciones de la zona franca Codevi, que, aunque en términos formales tiene sede en Haití, parte de sus 17 edificios fueron levantados del lado dominicano.

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Se trata del primer acto de violencia y vandalismo perpetrado del lado haitiano que afecta de manera directa la seguridad en la frontera norte, lo que motivó que el Ayuntamiento de Dajabón dispusiera el cierre temporal del mercado binacional.

En ese parque industrial, emprendimiento del empresario Fernando Capellán, operan otras empresas que representan a consorcios textiles de Estados Unidos, China y de otras naciones, que generan más de diez mil plazas de empleos, la mayoría ocupados por trabajadores haitianos.

Sin importar los motivos que se esgriman para pretender justificar esa acción vandálica, no cabe dudas que los individuos que penetraron abruptamente a las instalaciones de esa zona franca binacional tuvieron siempre la intención de provocar terror entre los trabajadores y funcionarios y causar destrozos.

Esa agresión fue perpetrada por forajidos en el lado haitiano en un contexto de violentas y generalizadas protestas en reclamo de que el Gobierno revoque el aumento en los precios de los combustibles, reflejo también del accionar de las bandas armadas que a sangre y fuego controlan gran parte de Haití.

A la espera de las acciones que asuma el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) para afrontar la situación de violencia descontrolada e inanición institucional que padece esa nación, corresponde a las autoridades militares dominicanas resguardar la seguridad fronteriza, amenazada ya por bandas de facinerosos.

El Nacional

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