Todavía conmueven las escenas de los haitianos azotados y perseguidos con perros y a caballos por agentes migratorios cuando trataban de ingresar a Estados Unidos por Texas.
Pero Washington, que tanto ha presionado a las autoridades dominicanas para que se conduelan de los haitianos, resulta que no los quiere tampoco si llegan por el mar.
El secretario de Seguridad, Alejandro Mayorkas, advirtió que los haitianos serán devueltos, además de que el Gobierno del presidente Joe Biden no contempla una ampliación del Estatutos de Protección Temporal para ellos.
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A pesar de las duras condiciones y la inseguridad en la vecina nación, el funcionario les advirtió que deben evitar llegar a Estados Unidos por mar porque serán devueltos.
Si una nación con tanto territorio y recursos no puede aceptar a los haitianos que huyen de la violencia de las pandillas y la miseria, mucho menos República Dominicana.
La inclemencia de Washington no deja más opciones a este país que deportar a los haitianos indocumentados que ingresan al territorio huyendo de la violencia o de la crisis económica, al tiempo de rechazar la instalación de campamentos de refugiados.
