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Cumple 112 años hombre que nació gobierno de Cáceres

Cumple 112 años hombre que nació gobierno de Cáceres

Tomás Pinales Figuereo (centro) y su sobrina Luz María Pinales (Gertrudis), madre del periodista Rolando Guante (izquierda).

Tomás Pinales Figuereo, quien nació dos meses después de la fecha en que se inició el gobierno de Ramón Cáceres, a principios del siglo XX, festejó el viernes 31 de marzo pasado su cumpleaños 112, rodeado de sus familiares.

 
Don Tomás, a quien sus allegados y amigos llaman Putico y La Miel, es padre de 10 hijos, 92 nietos y varios biznietos. Dice sentirse vigoroso para vivir varios años más, ya que miembro de una familia de personas que tienden a vivir muchos años, como José Pinales (Nenito), su primo que murió con casi 100 años.

 
Tomás Pinales Figuereo nació en Haina, en el kilómetro 18, en lo que hoy se llama Itabo, donde está la Refinería Dominicana de Petróleo, en una familia de nueve hermanos de los cuales sólo queda él.

 
Es el tronco de una destacada familia de la que forman parte Melanio Paredes, exministro de Educación, y Rolando Guante, columnista deportivo de El Nacional.
“Antes se vivía mejor”, siempre decía don Tomás al referirse a la diferencia entre los tiempos modernos y la época en que nació, pese a que no existía tanta comodidad como ahora.

 
Trabajó en el ingenio Río Haina, a principios de la década de 1950, donde estuvo a punto de perder el dedo pulgar de la mano derecha a causa de un accidente laboral .
El apodo de La Miel le viene por la dulzura que destilaba con todo el mundo, especialmente con las mujeres, y lo de Putico no hay que explicarlo pese a que no era dado a ingerir alcohol ni muy aficionado al baile.

 
“Eso sí, fumaba mucho”, aseguran su hija Ramona, con quien vive actualmente, quien relató que su padre abandonó el cigarrillo en 1992, cuando sufrió una enfermedad pulmonar.

 
Don Tomás procreó a Nicanor, Adelaida, Paulino, Daniel, Carmen, Ramona, Joaquín, Lidia, Miladys, y Altagracita, todos vivos, quienes le han brindado 92 nietos.
Pese a sus 111 años, don Tomás no cambia su rutina diaria, come de todo incluyendo sus tres comidas diarias normales como cualquier joven, se acuesta y se levanta muy temprano.

El Nacional

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