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De salud y otras cosas

De salud y otras cosas

Dr. César Mella, Psiquiatra.

El desbordamiento de los hospitales

Aunque los días pasados la noticia fue el rescate con vida de dos mineros que quedaron atrapados después de un desprendimiento rocoso en la provincia Monseñor Nouel.

La solidaridad internacional y la adecuada coordinación de los recursos nacionales se fajaron de forma armoniosa lo que determinó un feliz desenlace retornando a la superficie a un dominicano y un colombiano que por casi diez días estuvieron sepultados.

La actitud del señor presidente Luis Abinader fue solidaria y oportuna.
Pero de lo que quiero hablar es del deterioro e ineficacia de la red hospitalaria pública en un momento en que aun la epidemia de covid 19 no ha concluido.

La mortalidad por dengue incrementada por las lluvias de estos días, pues el vector (un mosquito) se reproduce en aguas limpias estancadas.

No olvidar que un 30% de la demanda de consultas externas la ofrecemos de forma gratuita a nuestros vecinos haitianos.

Llama la atención que en hospitales emblemáticos como el Moscoso Puello, el personal se queja de falta de insumos médicos como las geringuillas, gasas y antisépticos.

En ese centro de salud los medicamentos básicos como antibióticos y analgésicos escasean.
La comida de pacientes y personal de salud es mala y poca.

En medio de la tormenta la inauguración del Hospital Padre Billini es una esperanza digna de imitar.
La remodelación del hospital Darío Contreras costó una suma millonaria y hace poco las filtraciones y la sobredemanda eran preocupantes.

El hospital Cabral y Báez de Santiago está en remodelación permanente.
¿Es que no cuidamos nuestros centros asistenciales?
¿Es que las monjitas y los gerentes no médicos administran mejor los hospitales?
¿Es que el robo de materiales y hasta la derivación de pacientes de lo público a lo privado es una vieja práctica difícil de erradicar?

¿Es que las ARS no retribuyen a tiempo los servicios prestados por esos centros públicos a un paciente a pie que solo exhibe un carnet de SENASA subsidiado que es como decir que estamos frente a un paciente pobre y de tercera clase’?
A nivel nacional pululan en los alrededores de los centros todo tipo de negocios: Estudios Radiográficos; todos los laboratorios que no están disponibles en el hospital cercano, muchas veces el médico referidor “ recibe por debajo” su correspondiente comisión.

Quizás elevando a un 5% el presupuesto asignado a Salud y bien administrado puedan mejorar los servicios.
Médicos y enfermeras con más de un empleo acuden exhaustos ,cansados y mal pagados al hospital en donde el trato al paciente es medalaganario y poco humano.

En las provincias distantes como Dajabón, Elías Piña y similares faltan especialistas como cirujanos, psiquiatras, cardiólogos etc.

El flujo de los que pueden pagar se acerca con recursos propios a la Capital, Santiago y San Francisco de Macorís.
La práctica privada es costosa y el paciente debe pagar una diferencia para completar el especialista por estudios y procedimiento.

Existen varios escenarios de atención: El club activo 20 30 que hace una gran labor; el hospital de provincia pequeña; toda una red (carente de atención primaria) y el que tiene un SEGURO FULL de preferencia intenacional tiene derecho a la PLAZA DE LA SALUD, a CEDIMAT, a CECANOT en la capiotaly al HOMS, UNION MEDICA y similares en Santiago.
La post pandemia con inflación ha bajado a los clase a media y estos a pobre la pobreza.

Por: César Mella

cesarm2@codetel.net.do

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