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DE SALUD Y OTRAS COSAS: Personalidad dependiente

DE SALUD Y OTRAS COSAS: Personalidad dependiente

César Mella, Psiquiatra

Por César Mella cesarm2@codetel.net.do |


Personalidad dependiente |
Son seres humanos que presentan una necesidad dominante y excesiva de que los cuiden, y esto conlleva a un comportamiento sumiso, de apego exagerado y de miedo a la separación, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos y que se caracteriza por cinco o más de los hechos siguientes:
1.- Le cuesta tomar decisiones cotidianas sin el consejo y la intervención excesiva de otras personas.

2.- Necesita de los demás para asumir responsabilidades en la mayoría de los ámbitos importantes de su vida.

3.- Tiene dificultad en expresar desacuerdos con los demás por miedo a perder su apoyo o aprobación.

4.-Tiene dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por sí mismo (debido a la falta de confianza en el propio juicio o capacidad y no por falta de motivación o energía).

5.- Va demasiado lejos para obtener la aceptación y apoyo de los demás al punto de hacer voluntariamente cosas que en el fondo le desagradan.

6.- Se siente incómodo o indefenso cuando está solo por miedo exagerado a ser incapaz de cuidarse a sí mismo.

7.- Cuando termina una relación estrecha, busca con urgencia una conexión sustituta para que le cuiden y apoyen.

8.- Siente una preocupación no realista por miedo a que lo abandonen y tenga que cuidarse a si mismo.

“Ese hombrecito es un meme” afirmaba, refiriéndose a Pedro, doña Minga la chismosa del barrio.
“Esa dama es una insegura y vive cambiando de novio, de marido y de trabajo”.
Se hace evidente que la percepción popular es más fina que cualquier psicólogo.

Lo peligroso es cuando un ser humano de esta característica le toca dirigir una empresa y sus inseguridades le llevan a la toma de decisiones desafortunadas y la quiebra o el embargo empresarial son las consecuencias.

A veces este producto social ha sido el resultado de una crianza rígida que fue determinando que la aprobación de sus iniciativas dependiera siempre de la conducción inflexible de uno o dos de sus padres y fue construyendo a un ser humano sin iniciativas y con gran temor al fracaso.

Cuidemos con sentido de equilibrio a nuestros hijos. Enseñémosle a tomar riesgos razonables; no el exceso de atrevimientos, ni la falta de temor a las consecuencias de una decisión que no mida riesgos son beneficiosas.
El justo medio Aristotélico es la clave en la crianza: premios (reforzamientos positivos) y castigos (imposición de limites).

Incentivemos la seguridad en nuestros hijos.
Prémielos ante el éxito y estimulemos valores en cada una de sus acciones.

(*) Extraído del manual para clasificar diagnósticos en su última revisión (la quinta), de la Asociación de Psiquiatras de los Estados Unidos de Norteamerica (APA).

El Nacional

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