El Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático y el Instituto de Abogado para la Protección del Medio Ambiente advirtieron esta mañana en un documento que entregaron a la Cámara de Diputados un informe sobre una catástrofe ecológica y sanitaria en la provincia Peravia debido a la emisión de la ceniza de las Plantas de Punta Catalina.
Miriam Cabrera y Euren Cuevas Medina explicaron que diariamente dichas plantas lanzan al aire mil 96 toneladas de ceniza, equivalente a más de 2 millones de libras de este contaminante diariamente que son esparcidas en el medio ambiente.
Mostraron una botella plástica llena con ceniza que alegadamente emana de la termoeléctrica.
“Señores al año esas son más de 400 mil toneladas de esta ceniza contaminante que dañan las aguas, los productos agrícolas, las siembras y la vida de miles de familias de la ciudad de Baní y de los demás municipios que integran la provincia Peravia”, dijo Cabrera, vocera del Comité contra el Cambio Climático (CNLCC).
Pidió al presidente Luis Abinader ordenar cambiar a gas natural de Punta Catalina, “por los grandes e irreversibles daños que está causando la contaminación generada por esa central en la salud, en la producción agropecuaria y en el medio ambiente de la provincia Peravia”.
Opinó que se impone que la Cámara de Diputados conozca y apruebe una resolución que solicite al presidente Abinader detener la quema de más de 4 millones de toneladas de carbón al año en Punta Catalina.
Cabrera resaltó que se impone que las autoridades dispongan lo más pronto posible el cambio de uso de carbón a gas natural en las plantas catalina como forma de frenar la contaminación.
De su lado, el abogado Euren Cuevas Medina explicó que para producir energía Punta Catalina tiene que quemar al año 4 millones de toneladas carbón, lo que genera el 10 de ceniza que sería 400 mil toneladas de este contaminante al año.
Recordó que del año 2003 al 2012 el país tuvo que afrontar una grave contaminación con las 27 mil toneladas de rockash en Arroyo Barril, Samaná y 30 mil toneladas en Montecristi.
