Se recibe como noticia desalentadora la confirmación de un rebrote de la peste porcina africana (PPA) en el municipio El Pino, de Dajabón, causado por trasiego irregular de cerdos desde varias comunidades del Cibao, lo que evidencia descuido de las autoridades en garantizar control de trazabilidad pecuaria.

Esa enfermedad, detectada mediados de 2021, no ha sido erradicada por completo, pero un equipo técnico del Departamento de Agricultura de Estados Unidos que prestó asistencia a la Dirección de Ganadería en su control, certificó que se estaba bajo control, con presencia mínima en algunas zonas.
El rebrote de la PPA en Dajabón, donde se dijo que reapareció hace cuatro años, puede significar un grave traspié en el programa de erradicación de esa enfermedad, porque el director regional noroeste de Ganadería, Edward Paulino, admite que esta vez fue causado “por trasiego irregular” de cerdos.

Aunque las autoridades procedieron a limpiar y desinfectar las fincas de al menos cinco productores donde se habría detectado la peste porcina, aun están a la espera de pruebas de laboratorio que se procesan en Santo Domingo para determinar la magnitud del rebrote.

El Gobierno desestimó eliminar la totalidad de la población de cerdo como medida radical para erradicar la PPA, y en cambio, la Dirección de Ganadería procedió a sacrificar solo los animales enfermos y colocar en cuarentena a las granjas afectadas.

A eso se debe la prevalencia de la enfermedad en diferentes regiones, especialmente en fincas porcinas del Cibao, noroeste y zona sur, donde muchos productores evaden los programas de control y trazabilidad sanitaria, como ha ocurrido en el municipio El Pino, de Dajabón.

El equipo estadounidense que acompañó las autoridades dominicanas en labores de control de la PPA, habría advertido que si bien ese brote ya no es una emergencia en el país, se convirtió en endémico, por lo que requiere aplicar medidas de bioseguridad en las fincas y mejorar la capacidad para detectarla a tiempo.

La reaparición de esa enfermedad porcina en la región fronteriza debería ser motivo de alarma para el Ministerio de Agricultura, porque esa peste aún prevalece en el país y porque del lado haitiano no hay control pecuario ni fitosanitario y porque lo que las autoridades definen como “falta de conciencia” de productores dominicanos, es una forma de ocultar la deficiencia oficial en el control del trasiego irregular de cerdos.