Primera vuelta.-
Si algún candidato tiene posibilidad de ganar las próximas elecciones presidenciales en primera vuelta es Luis Abinader, nadie más.
Luis Abinader encabeza las encuestas de intención del voto con un rango entre 43 y 46%; el que le sigue en preferencia, Gonzalo Castillo, apenas llega a 25%, que es próximo a la mitad. Esos son los datos y eso es lo que la gente percibe en la calle.
En días pasados el ministro de la presidencia, José Ramón Peralta, decía en un programa radial que Luis le llevaba 12 % al candidato del Gobierno, Gonzalo Castillo, pero la encuesta publicada esta semana, hecha por el Centro Económico del Cibao (CEC), indica que la diferencia se ha elevado a 21%. En resumen, lo que la gente siente y ve en los últimos días es que Gonzalo Castillo retrocede, se para y vuelve a caer, mientras que Leonel Fernández se mueve poco y lento desde más abajo, quedando claro que quien no baja, sino que se fortalece y crece es Luis Abinader.
El candidato del Gobierno es un verdadero “pato cojo” o “lame duck”, como dicen los politólogos norteamericanos. Lleva el lastre de un partido con 16 años seguidos en el poder, resonantes y frecuentes casos de corrupción, malestares sociales agravados por la caída de servicios públicos vitales, la división por mitad del PLD, así como sus propias limitaciones personales para la competencia política en tan difíciles circunstancias, todo combinado le hacen casi imposible superar el elevado muro del 50%.
Además, Gonzalo se moverá hasta el final bajo el fuego graneado del PRM y aliados, incluyendo crecientes franjas de la sociedad civil y, también, del sector Leonel Fernández y sus aliados.
Por esas razones, decir hoy que Gonzalo “ganará en primera vuelta” es menos que un chiste flojo.
Ahora bien, la oposición tiene todavía un eslabón flojo y preocupante: la inefable Junta y los evidentes planes de fraude del danilismo. Esos planes incluyen, entre otras muchas cosas, vociferar hasta confundir que “el
Penco se va en primera vuelta”. Y ya arrancaron…
