El exfiscal del Distrito Nacional y presidente de Alianza País, Guillermo Moreno, ha detonado un misil al sacar a relucir las contradicciones entre la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, y su adjunta Yeni Berenice Reynoso cuando ambas ocupaban otras posiciones en el tren judicial.
Cuando se desempeñaba como fiscal del Distrito Nacional, Reynoso archivó sin investigar una querella depositada en 2013 sobre supuestas donaciones por 40 millones de pesos realizadas a Funglode en la postrimería del primer gobierno de Leonel Fernández (1996-2000).
Moreno dice que se aportaron pruebas de que las donaciones de un millón de pesos cada una eran en realidad comisiones solicitadas a contratistas a través de la Secretaría de Obras Públicas.
Reynoso alegó que en la querella no había indicios de tipo penal, sino indelicadezas. Sin embargo, Germán, que entonces era jueza de la Suprema Corte de Justicia, consideró que la fiscal del Distrito Nacional debió interrogar a los supuestos donantes, porque era necesario para aclarar la querella.
Reynoso, que no ha reaccionado sobre el torpedo disparado por Moreno, hoy es una de las principales acompañantes de Germán en la Procuraduría y de los capitanes en la cruzada contra la corrupción.
Moreno sacó a relucir el episodio en la “Crónica brevísima contra la corrupción y la impunidad”, una suerte de inventario sobre los escándalos que han sacudido el país desde 1996 a la fecha.

