El encuentro entre el Ministerio de Vivienda y representantes de empresas chinas cerradas por supuestas fallas estructurales graves fue otro ejemplo de la trascendencia del diálogo como instrumento de entendimiento.
El ministro Carlos Bonilla bajó la guardia al comprometerse a estudiar y responder de inmediato el estudio que presentarán los chinos sobre las condiciones reales de las instalaciones. El mismo procedimiento debe observarse, claro está, con instalaciones propiedad de empresarios dominicanos y de otras nacionalidades.
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