Dedicatoria a Rosita Cabral Tavares. Poppy Bermúdez, in absentia. Víctor Federico Thomén Batlle. Tres hijos que Domingo Bermúdez Ramos soñó tener y amó profundo.
Recuerdo como si fuese hoy, esparcido rumor Santiago de los Caballeros 1958, alusivo el dictador generalísimo Rafael Leónidas Trujillo planeaba apoderarse de la licorera J. Armando Bermúdez & Compañía (La Sin Rival), funda en 1852 por el inmigrante venezolano Erasmo Bermúdez Jiménez.
Domingo Bermúdez Ramos (Dominguito o El Patrón), era el ejecutivo delegado de la familia Bermúdez que presidía la J. Armando Bermúdez & Compañía, y presentía que el hombre fuerte, generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, aspiraba y planeaba apoderarse de la centenaria empresa licorera, en ese momento histórico, lideraba en un 85% el mercado del ron dominicano, por encima de Brugal & Compañía y Barceló & Compañía, que disponían un 10% y 5%, respectivamente.
El rumor consistía que J. Armando Bermúdez & Compañía invertía en promoción y publicidad un monto superior a beneficios de sus dos competencias.
Isidro Bordas & Compañía apenas disponía de un reducido mercado del ron, siendo el ponche Crema de Oro, su producto insignia, además del Amargo de Berro.
Ese año 1958, la venenosa y peligrosa sección Foro Público, insertada todos los días en el diario El Caribe, propiedad con La Nación del dictador, había publicado dos “forazos” insinuando que Nicolás Vargas Fernández, alto ejecutivo y mano derecha de Domingo Bermúdez, evadía impuestos a Rentas Internas, que era el organismo fiscal tributario de entonces, motivos de preocupación de don Domingo, con razón, empezaron a mortificarlo, y temer la familia Bermúdez perder la centenaria empresa.
Uno de los foros decía:
“Se rumora que el tal Nicolás Vargas de la Casa Bermúdez evade impuestos a Rentas Internas”.
El rumor santiaguense identificaba a Tony Tavárez autor foros públicos.
El procedimiento de despojar a la familia Bermúdez de su empresa, consistía en sugerirle el dictador a don Domingo, ponerle precio a la empresa, método que usó con Juan Vicini Perdomo (Jeani), principal ejecutivo del consorcio azucarero Vicini.
Ante la propuesta del dictador a Jeani Vicini de poner precio al consorcio, el conocido empresario asintió propuesta, expresando al dictador, un deseo suyo era similar a una orden, con la dificultad que los documentos legales propiedad ingenios de Vicini, estaban depositados en un banco de Nueva York, y requería viajar para traerlos consigo.
Eso hizo Jeani, pero se quedó en Nueva York, y junto a su primo, Donald Joseph Reid Cabral, iniciaron conspiración para eliminar al déspota, en conexión con el Dominican Desk del Departamento de Estado, proyecto iniciado por el presidente, general Dwight Eisenhower, que siguió y ordenó el presidente John Fitzgerald Kennedy.
Luego de reunirse con los principales ejecutivos de J. Armando Bermúdez & Compañía, José Armando Bermúdez Pippa (Poppy), Luis Noboa Batule y Nicolás Américo Vargas Fernández, Domingo Bermúdez Ramos, expresó a Nicolás Vargas Fernández, quien era el mago del boom de la licorera, quedarse, para tratarle, en privado, solos, algo muy confidencial, expresándole:

“Colá (como acostumbraba llamarle Domingo a Vargas), quiero que sepas que yo no aguanto la presión de la dictadura, ya están atacando a la empresa desde el Foro Público, acusándonos de evadir impuestos, una señal de que se avecina lo peor. Me voy del país y no pienso regresar hasta que termine la dictadura”, añadiendo a Nicolás Vargas:
“Colá, dejo la empresa en tus manos, administrador único delegado, y en las de Popito (Poppy) y Noboa. Traten de preservar la empresa, Colá, acudan al consejo de Marco Cabral, abogado de la empresa, pero si no pueden, ven con Cruz (Cruz Pimentel, esposa de Vargas), y tus hijos, Nicolasito, Bernardo y Rafael a Nueva York, que yo tengo dinero para sostenerlos a ustedes y educar tus hijos”.
Domingo Bermúdez marchó con su esposa a Nueva York ese diciembre 1958, acostumbrado a permanecer las navidades en “La Ciudad que Nunca Duerme”, y disfrutar las luces de Times Square el 31 de diciembre, junto a su esposa Julia Tavares Batlle, hospedados en una suite del hotel Waldorf Astoria, donde residieron, hasta el ajusticiamiento del dictador el 30 de mayo de 1961, permaneciendo ausente del país por 29 meses.
Renovaba su visado en Departamento de Inmigración EEUU.
Con su correcta premonición y visión, ausentarse del país como estrategia de preservar J. Armando Bermúdez & Compañía, Domingo Bermúdez Ramos, don Dominguito, salvó la empresa de la ilimitada e insaciable gula de lucro del déspota, emblema de Santiago de los Caballeros y RD.
Domingo Bermúdez Ramos falleció en su ciudad natal el 15 agosto de 1967, sobreviviendo seis años la dictadura de Trujillo, con apenas 65 años de edad, sobreviviéndole su viuda Julia Tavares Batlle, sin procrear descendencia.
Domingo Bermúdez Ramos nació en Santiago de los Caballeros el 20 de julio de 1902, hijo José Armando Bermúdez Rochet y Ana Luisa Ramos De Peña.
Nota: El suscrito expresa profunda gratitud al empresario Nicolás Vargas Pimentel, hijo de Nicolás Vargas Fernández, por suministrar confidencias de Domingo Bermúdez Ramos a su padre, imposible redactarlo sin su valiosa y espontánea colaboración.
Por: UBI RIVAS
ubirivas30@gmail.com