Articulistas

Dominicana y Haití

Dominicana y Haití

Danilo Cruz Pichardo

En la actualidad no hay evidencias que lleven a pensar que la República Dominicana y Haití se unificarían, pese a la importante presencia de inmigrantes en nuestro territorio, problema enfrentado en la actualidad, en base a la Ley 285-04, con miles de repatriaciones, aunque de todas maneras no deja de ser un paliativo, si se parte del hecho que solo un pequeño río separa a ambos países y la valla en construcción solo contribuye a elevar el precio del trasiego, bajo el control de militares en el área fronteriza.

 Ese trasiego históricamente ha sido normal entre naciones que hacen frontera. Los ciudadanos de un país se trasladan al otro de mayor desarrollo procurando mejoría. La presencia de nacionales haitianos en el país se remonta al siglo XIX. Esa presencia fue creciendo paulatinamente, al punto que en el año 1937 Trujillo descargó todo su odio, dando instrucciones para que esos extranjeros sean asesinados. Se calcula que entre nueve y 20 mil haitianos fueron muertos, con armas de fuego, cuchillos, machetes y hachas, por miembros de la Policía y del Ejército. El historiador Bernardo Vega estima el número en 35 mil.

 Esa masacre no resolvió el problema, pero sí se convirtió en un escándalo mundial. El propio Trujillo formalizó la contratación de braceros haitianos a partir del 1952, para el corte de la caña de los ingenios, bajo el interés de incrementar la producción y exportación del azúcar, principal producto de venta al mercado exterior.

 Con el triunfo de Francois Duvalier en 1957, la economía haitiana experimentó crecimiento, llegando en 1960 a tener el mismo PIB que la República Dominicana, de acuerdo al FMI. Con el paso de los años Duvalier, sin embargo, se convirtió en dictador y derivó en corrupto y asesino y ese país tuvo una economía estancada y en retroceso por períodos prolongados. Haití registró incremento de su PIB en 1980 y la última vez en el 2021, el año en que mataron al presidente Jovenel Moise.

 La historia haitiana ha estado matizada por las fluctuaciones políticas, lo que ha contribuido a dañar la economía de ese país. Haití nunca ha registrado estabilidad institucional por una década, carece de poderes públicos legítimos, de un ejército y hasta de un simple registro civil. Y la crisis se agrava más en todos los órdenes, ahora con pandillas que controlan en un 80 por ciento a Puerto Príncipe, sin que se observe luz de pacificación y ante la mirada indiferente de la comunidad internacional.

 Quien más aporta a la solución del problema es República Dominicana, pero la población luce harta de la excesiva inmigración, tal y como lo confirman las encuestas. Para un alto porcentaje de dominicanos el mayor problema del país es el tema haitiano, lo que ha motivado al Gobierno a disponer repatriación de millares de esos extranjeros, inclusive restringir gastos en salud, sobre todo en parturientas.

 Todo lo que haga el Gobierno en el marco de la Ley 285-04 es legal, máxime tratándose de un país soberano y en momentos en que Estados Unidos, Francia y otras naciones toman medidas contra inmigrantes ilegales. Lo lamentable es que los partidos procuren beneficio político en torno al tema, montándose en la “ola nacionalista”, incluyendo a la Antigua Orden Dominicana, la cual no solo está motivada en aspectos raciales, sino en presentar a Hitler y Trujillo como personajes paradigmáticos.