El relator especial de Naciones Unidas (ONU) sobre pobreza extrema y derechos humanos ha advertido que las peores consecuencias del coronavirus están por llegar, al estimar que 176 millones de personas más podrían caer en la indigencia a causa de la crisis económica causada por la pandemia.

En un informe ante la Asamblea General de la ONU, el jurista belga Olivier De Schutter señala que las medidas tomadas por los gobiernos para proteger a la población han sido insuficientes y que inevitablemente los financiamientos a corto plazo caerán por uno de los muchos agujeros de los sistemas de seguridad social.

El Gobierno dominicano debería prestar la mayor atención a la advertencia que se vierte en ese informe, a los fines de poder emprender programas previsorios ante el lúgubre anuncio de que lo peor de la pandemia está por venir y de que los programas de protección a la población son insuficientes.

En ese informe se estima que 176 millones de personas en todo el mundo caerían en la pobreza, al no poder alcanzar el mínimo de ingreso diario requerido para vivir, que la ONU estima en 3.2 dólares, equivalentes aquí a 185.6 pesos. El salario mínimo diario en República Dominicana ronda los cinco dólares.

Ese ingreso diario mínimo no se alcanzaría aquí si se incluye a familias que no tienen entradas fijas, por lo que la población dominicana figura en la escala de riesgo de incremento de la pobreza, más aun cuando la Comisión de Estudios Económicos para América Latina (Cepal) estimó que la pandemia provocaría dos millones de nuevos pobres.

También se advierte que están a punto de agotarse algunos programas estatales de subsidios a familias vulnerables y trabajadores suspendidos, como el caso dominicano, cuyo término sería a final de año, sin que se identifiquen todavía fuentes de financiamiento para su prolongación.

Sin poder aun aplanar el nivel de contagio del coronavirus, el Gobierno realiza ingentes esfuerzos en procura de reactivar el turismo, la manufactura, el comercio, la inversión extranjera directa y las exportaciones, tarea difícil si se toma en cuenta que la pandemia aún mantiene gran afectación sobre la economía mundial.

A la par con el combate sin tregua contra la covid-19, con la puesta en ejecución de programas de recuperación de la economía, se requiere que el Estado, sector productivo y liderazgo político aúnen esfuerzos para evitar la ampliación y agravamiento de los niveles de pobreza, como se advierte en el dramático informe de Naciones Unidas.