A pocas horas del desmantelamiento de una poderosa red internacional de narcotráfico que usaba República Dominicana como centro de operaciones, la Dirección Nacional de Control de Drogas informa sobre el decomiso de 112 paquetes de cocaína en la terminal marítima Caucedo, señales de que el territorio nacional se ha convertido en uno de los más activos puertos de trasbordo de drogas de Centroamérica y el Caribe.
La estructura de narco, inhabilitada por la DNCD con el concurso de Drug Enforcement Administration (DEA), tenía a su cargo la preparación de los vuelos para transportar cocaína hacia y desde la Isla Hispaniola y había reclutado personal militar, conforme al expediente instrumentado por el Ministerio Público.
Se cuentan por miles de kilos la cantidad de drogas incautadas por las autoridades que cárteles intentan ingresar o sacar del territorio por vías aérea o marítima hacia Estados Unidos y Europa, pero se sabe que un volumen mayor logra llegar hacia los destinos de consumo, aunque se reconoce el esfuerzo que realiza la DNCD para combatir al narcotráfico y crímenes conexos.
Preocupa que en esos trasiegos de cocaína se mencione a bandas vinculadas a peligrosos cárteles de narcos que operan en Colombia y México, que se dice tendrían ramificaciones aquí y que incluso hayan podido reclutar a personal militar o empleados de puertos y aeropuertos.
Tal parece que las agencias antidrogas de Estados Unidos y República Dominicana han logrado mayores niveles de compenetración y cooperación, lo que ha garantizado el éxito de importantes operaciones como la que culminó con el desmantelamiento de una red con ramificaciones en Suramérica, Centroamérica, y el Caribe.
Se resalta que la DNCD y la oficina anti lavado de la Procuraduría General de la República han podido detectar formas de lavado de activos provenientes del narcotráfico ejecutadas a través de múltiples actividades relacionadas con la construcción, la agropecuaria, comercio e industria, pero se advierte sobre la necesidad de diligencias mayores a los fines de que esta actividad criminal no infecte áreas vitales de la economía.
Por razones de geopolítica y por las dificultades que confrontan los cárteles en ingresar cargamentos de drogas a Estados Unidos a través de la frontera con México, el territorio dominicano se mantendrá como primera opción para el ingreso y trasbordo de grandes cantidades de cocaína, lo que requiere que el Gobierno ofrezca decidido respaldo a la DNCD en su lucha contra el narcotráfico.
Al ponderar los golpes asestados al narco con el desmantelamiento de complejas y bien organizadas redes del crimen y la incautación de grandes cargamentos de drogas, se insiste en la necesidad de que se apliquen programas o se encaminen iniciativas para proteger a la juventud ante ese flagelo y para que la estructura financiera y productiva no sea infectada por lavado de dinero proveniente de esa actividad criminal.

