Editorial

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Consternación –

El mundo no se repone del horror e indignación por la matanza perpetrada el viernes en París, con saldo de 129 muertos y 352 heridos, un acto de barbarie atribuido por el presidente de Francia a yihadistas del Estado Islámico, del que prometió que será respondido “con toda contundencia y sin piedad”.

Cuatro terroristas ingresaron a una sala de fiesta disparando a mansalva; otros tres individuos se hicieron estallar bombas adheridas al cuerpo, cerca del estadio de Francia, donde el presidente François Hollande asistía a un partido de fútbol.

Un yihadista fue abatido en una calle cerca de la discoteca atacada.
Ha sido ese un acto brutal y cobarde, cuyos planificadores y ejecutantes pretendían una masacre mayor, pues tres de los terroristas tenían la encomienda de estallar bombas dentro del estadio donde se celebraba un partido amistoso de fútbol entre Francia y Alemania.

En la sala de conciertos Bataclan, al norte de París, donde se presentaba un grupo de rock estadounidense, el grupo de terroristas asesinó a más de 80 jóvenes, con reportes también de 35 muertos cerca del estadio y decenas de heridos.

Es claro que Francia, Europa y la comunidad internacional están compelidas a ofrecer una contundente respuesta a quienes planificaron y ejecutaron tan despreciable crimen contra la humanidad y, sobre todo, evitar que se repitan tan horrendas escenas de terror.

El presidente Hollande ha dicho que su gobierno sabe “de dónde vienen y quiénes son” los responsables de esos actos terroristas, contra quienes ha advertido que “Francia actuará sin piedad”.

Por su magnitud, crueldad y porque se perpetró en pleno centro de París, las repercusiones de este atentado terrorista, atribuido por Francia al Estado Islámico, tendrá imprevisibles consecuencias sobre el mapa político y la economía mundial, porque Occidente no parece dispuesto a que grupos terroristas recreen constantemente episodios similares a los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York o al Metro de Madrid.

Gobierno y pueblo dominicanos se unen al pesar mundial por los brutales, y cobardes actos terroristas perpetrados el viernes en París, que han llevado el luto, dolor y consternación a Francia y a toda la humanidad.

El Nacional

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