Editorial Opinión

EDITORIAL: Auditoría y diálogo

EDITORIAL: Auditoría y diálogo

Con la posición del expresidente Leonel Fernández, el diálogo que inicia esta tarde para despejar el panorama electoral ha encontrado su primer gran tropiezo. Fernández favorece la conversación, pero objeta que sea coordinada por el Consejo Económico y Social por tratarse de una entidad pública.

Si la postura del líder de Fuerza Pueblo se presta a conjeturas, habida cuenta de que las reglas de juego deberían definirse para el ejercicio del próximo día 15, el aviso de la Organización de Estados Americanos (OEA) de que la auditoría a los equipos de la Junta Central Electoral (JCE) no estará lista antes de la fecha indicada ensombrece más el horizonte.

La atmósfera, por lo visto, demanda comprensión y cordura del liderazgo político a fin de crear unas condiciones lo más propicias posibles para que el venidero certamen sea una genuina expresión de la voluntad popular.

Las condiciones para el diálogo nacional planteadas por el expresidente Fernández en modo alguno pueden plantear una crisis que la clase política no pueda superar, así como tampoco el hecho de que los resultados de la auditoría de la OEA no estén disponibles para antes del día 15.

Las perspectivas sugieren que será necesario un acuerdo aunque sea para fortalecer el sistema institucional. Los indicios sobre los fallos en los equipos de la JCE que ha adelantado el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la OEA, Gerardo Icaza, pueden resultar explosivos.

Amparado en su experiencia o en informes preliminares, Icaza adelantó que en los equipos no hubo sólo una falla, sino una multiplicidad. Significó que por esa razón el estudio incluirá, además de la revisión del sistema, entrevistas a personas y el examen de la programación y la formulación utilizada para el proceso. Un trabajo tan delicado no se puede festinar, menos todavía con el consenso y el compromiso para que aflore la verdad.

Las condiciones que el expresidente Fernández ha puesto para el diálogo son para analizarse. Sobra reconocer que su presencia es fundamental en cualquier iniciativa para explorar soluciones a crisis institucionales o de confianza como la que hoy vive República Dominicana tras la abrupta suspensión de las elecciones del 16 de febrero. Con la auditoría a los equipos no se tiene más que esperar que el estudio cumpla con todos los requisitos, aunque se tome su tiempo.

El Nacional

La Voz de Todos