Opinión

Educación postergada

Educación postergada

En nuestra cultura de doble moral, mientras las personas adultas discutimos sobre la pertinencia o no de hablar con la niñez, la adolescencia y la juventud de la sexualidad como un derecho humano, la realidad muestra un panorama de descuido y dejadez. Ante la imposibilidad de hablar con las personas adultas del tema, niños, niñas y adolescentes, se arreglar como puedan, desde la negación y el silencio, aprendiendo mal, sin orientación y sin confianza.

Sin embargo, desde 1979, hay un Programa de Educación Afectivo Sexual, PEAS, ejecutado por la Dirección de Orientación y Psicología del Ministerio de Educación, creado para “promover el desarrollo integral de la sexualidad de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adulos/as, a través de procesos educativos que le permitan desarrollar valores, actitudes y normas de relaciones sociales saludables”. Un programa del que hay que conocer más.

Es que siguen pasando los años y los cambios esperados no se han dado, al contrario. Niños, niñas y adolescentes pasan por la escuela con muy poca reflexión sobre los estereotipos de género que obstaculizan el amor, el cuidado, el respeto y que generan asimetría y violencia, perdiéndose la oportunidad que ya no tendrán. Y lo peor, una media de más de 21% de mujeres dominicanas entre 15 y 19 años, tiene al menos un hijo o hija, perpetuando la pobreza y limitando el desarrollo del país.

Además del dato, recurrente en las investigaciones realizadas en el país, en el “Análisis de la situación de la infancia y la adolescencia en República Dominicana 2012?, publicado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Santo Domingo 2013, se informa que esa recurrencia de embarazos precoces, es “una de las mayores causas de la deserción escolar en adolescentes (44%)”, ubicando a República Dominicana como el quinto país con más incidencia de este fenómeno en América Latina, por detrás de Nicaragua, Honduras, Venezuela y Ecuador, además, que aquí, la mitad de la población entre 14 y 17 años está fuera del sistema educativo y sólo un 18,4% concluye sus estudios.

Hace tan solo días, en ocasión de la inauguración del XVII Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual (CLASES 2014), la esposa del presidente dominicano, Licda. Cándida Montilla abogaba “por un enfoque holístico de la educación sexual que tome cuenta los múltiples factores que intervienen en la conducta sexual de las personas”, acordando la necesidad de integrar esta práctica a la educación dominicana.

De acuerdo a la Declaración Universal de los Derechos Sexuales, la educación sexual, científica, integral y oportuna, debe ser reconocida, promovida, respetada y defendida por toda la sociedad y con todos sus medios. ¿Qué estamos haciendo en R. Dominicana para eso?

El Nacional

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