Demetrio Miguel Castillo
demicaes.1951@gmail.com
Realidad ambiental
Escribió el sr. Hawking en uno de sus escritos” que en un ayuntamiento de Monza, Italia, un regidor sometió una propuesta para prohibir a los habitantes de su regiduría el tener pececitos de colores en peceras redondeadas, este regidor decía que es cruel tener a un pez en una pecera con las paredes curvas, porque al mirar hacia afuera, tendría una imagen distorsionada de la realidad. ”Y el mismo autor refiere que “no pasa lo mismo con nosotros al mirar hacia afuera si tuviéramos en el interior de una pecera como es el globo terrestre”.
Esas realidades planteadas de forma física nos llevan a ver la realidad ambiental, desde diferentes puntos de vista. Si valoramos los aspectos de la realidad llegaremos entonces a otra situación interesante. Tradicionalmente-sigo con el -sr Hawking- los que no aceptan el realismo, han sido llamados anti realistas y es lo cierto y máxime en nuestro entorno cultural que uno no acepta realidades ambientalmente demostradas y acepta otras anti realidades que son vendidas públicamente de manera efectiva y esto crea un problema de corte.
La realidad científica en países como el nuestro tenemos que definirla partiendo no de correos electrónicos de aquellos que dicen haber estudiado el medio ambiente, sino de aquellos que viviendo su realidad ambiental y además estudiando con detalles algunos conceptos que dicha investigación obliga para estar cada vez más cerca de la realidad someten a escrutinio público su posición, aunque esta sea difícil de entender de manera conceptual.
En los estudios ambientales y su realidad nos encontramos muchos sapinos que dicen conocer la verdad y nunca en su vida han definido un concepto científico digno de escuelas primarias. Sin embargo poseen programas de televisión y emiten juicios-sapinos- por demás como pretendiendo diferenciar conceptos que no entienden.
Estas posiciones vienen de manera obligada debido al artículo anterior que al parecer enfureció posiciones de interés que no conocen la realidad ambiental de una media isla de 44,000 kilómetros cuadrados mal contados y sobre todo estructurados por una frontera poco definida políticamente.
Esta misma situación fronteriza crea ambientalmente un serio problema que se basa en nuestra realidad ambiental, en especial cuando ya hay personas cortando árboles en todo el cauce del Artibonito y que ya devoraron las partes del cauce que a ellos les perteneció en su historia como nación.
Para citar otro buen ejemplo de realidad ambiental tenemos en nuestras manos un estudio sobre “Planificación y Manejo Ambiental del litoral de Santo Domingo, el cual tiene más de 20 años de realizado y creemos que pagado por préstamo internacional y aún hablamos de proteger el sistema costero del litoral de Santo Domingo, sin leer las recomendaciones escritas en ese estudio que define la contaminación, los niveles de la misma, y básicamente cuáles empresas son las principales contaminantes de las costas del Santo Domingo que conocemos ahora. Debido a problemas de espacio debemos continuar después.

