Opinión Articulistas

El galloen la funda

El galloen la funda

Luis Pérez Casanova

Aunque los supuestos nacionalistas no se hayan dado por vencidos en sus manifestaciones contra la masiva presencia haitiana, el presidente Luis Abinader les mató el gallo en la funda, al dejarlos sin argumentos con las 15 medidas que anunció para repatriar y restringir la entrada de manera irregular de nacionales de la vecina República. Es posible que haya cientos de dominicanos verdaderamente preocupados entre quienes rechazan la desbordada inmigración haitiana, pero también abundan políticos opositores que se ocultan tras el sentimiento para agitar con el propósito de fomentar un ambiente de malestar contra el Gobierno.

Tras la marcha al Hoyo de Friusa convocada por una desconocida Antigua Orden Dominicana, los supuestos nacionalistas se entusiasmaron con el respaldo y no tardaron en anunciar una concentración frente al Palacio Nacional el 24 de este mes, una fecha tan icónica en la lucha por la democracia y las libertades, para reclamar al presidente Abinader mano duro contra los haitianos legales e ilegales en el país. Despojándose de su mal disimulada careta los supuestos patriotas pasan por alto que el mandatario dispuso de más recursos para acelerar las repatriaciones y restringir el tráfico de indocumentados a través de la frontera.

Muchos que por distintas razones rechazan la presencia haitiana ven en las medidas del Gobierno un real compromiso para preservar la seguridad nacional frente a la inmigración y la crisis política, económica y social de la vecina nación. Esos compatriotas difícilmente se dejen utilizar como tontos por sectores que se amparan en el movimiento nacionalista con el objetivo de crear malestar o desestabilizar al país. Nunca antes se había repatriado a tantos haitianos, pero sobre todo respetando los derechos y la dignidad de cada persona.

Aunque los operativos de Migración desmentían, al margen de cualquier ligeraza, que el Hoyo de Friusa fuera un coto cerrado, la multitud que participó en la marcha, pudo dar alas a sus dirigentes para extender las protestas con el tema haitiano, siempre explosivo y conflictivo, como bandera. Lo que no calcularon fue que ellos no son los únicos.

La tragedia de la discoteca Jet Set aplacó, pero no extinguió el efecto de las medidas anunciadas por el Presidente para enfrentar la inmigración irregular y preservar la seguridad del territorio frente a la crisis haitiana. Quienes pretenden enarbolar como bandera la falsa permisividad frente a la presencia haitiana fracasaron si pensaban que el tema tenía la fuerza suficiente como para convertirse en una réplica de Marcha Verde. Con sus 15 medidas el Presidente los despojó de todos los pretextos.