“Yo pienso que al hombre dominicano lo que le hace falta realmente es arriesgarse un poco más y romper los esquemas de una sociedad machista, en la que no se le permite desarrollarse bien”, así lo manifiesta el asesor de imagen Eddy Gómez.
Señala que constantemente se ve que la sociedad misma obliga al hombre a vestirse siempre de una forma líneal con estereotipos, recibiendo críticas ya sea por color, cultura, o si sale del esquema tradicional.
Indica que cada hombre tiene un estilo personal, que viene dentro de cada uno, algo que parte directamente de lo que es la personalidad.
“Cada quien debe identificar su estilo, por ejemplo el estilo elegante, el romántico, el creativo, pero eso va a depender de que se conozcan asimismo y que decidan mostrarse tal y como son”.
El experto resalta que al final la vestimenta no es más que una forma de expresarte a los demás.
En cuanto al tabú sobre los colores masculinos y femeninos, señaló que ya eso está desfazado, y no existen los colores rosas para ellas y los azules para ellos, eso es algo que quedó en la historia.
“El hombre italiano ha tenido una gran influencia en que la sociedad masculina mundial decida arriesgarse un poco más con los colores.
Por ejemplo en las figuras públicas vemos hombres muy atrevidos como Domingo Bautista que usa colores súper estridentes y creativos, y vemos otros más románticos como un Pavel Núñez, pero el hombre del día a día el que trabaja en la oficina , el padre de familia todavía no ha encontrado ese punto donde ellos se expresen con su vestimenta.
Indica que la mayoría de los hombres , especialmente en República Dominicana, cuentan en su closet con la vestimenta tradicional de tradicional camisa, pantalón de tela, polos casuales y un jeans.
Recalca que la personalidad es algo que viene con uno de forma innata. “Cuando vamos a las tiendas terminamos eligiendo siempre lo mismo, a pesar de que hay piezas que te llaman la atención y no te atreves a comprarla por por miedo”.
Dice que la muestra está en que todavía muchos hombres no se atreven a ponerse una camisa de camisa de flores rosadas, pues aunque les guste, piensan primero en la opinión que puedan tener sus amigos.
De ahí viene todo el proceso psicológico de que aunque le guste la pieza ese caballero no la compra por el miedo al que dirán. Recomienda que a la hora que decidan cambiar de imagen es importante buscar la asesoría de un experto en la materia para que los oriente.
Los que no puedan pagar por una asesoría tiene la ventaja de que hoy en día cuentan con las redes sociales, donde hay profesionales que ofrecen orientación de manera gratuita, con post, tutoriales y consejos de cómo vestir bien.
Concluye diciendo que la buena imagen es algo relativo y que va a depender del lugar donde se esté. Es una adecuación un trabajo de conciencia prácticamente, donde cada uno de nosotros debe de saber interpretar el código de vestimenta para cada lugar.