No se conoce de ninguna advertencia científica o premonición bíblica de que el mundo se acabaría hoy, por lo que a partir de mañana la vida seguirá su agitado curso sin importar los resultados de la reunión del Comité Político del Partido de la Liberación (PLD), convocada para este domingo.

Se dice que el CP del PLD abordaría la pertinencia o no de la reelección del presidente Danilo Medina, lo que no parece un tema de ribetes catastróficos, pues aun con aquiescencia o rechazo, ese partido y todos los demás deberán someterse al fuero de la ley y de la voluntad de los electores.

A lo que se aspira es a que la dirección del PLD cumpla con las formalidades previstas en sus propios estatutos, que su liderazgo actúe con madurez, tomando en cuenta el interés colectivo por encima del individual, aunque se insiste en señalar que pase lo que pase, no se producirá un holocausto.

Como acero forjado, la democracia dominicana tiene ya forma y dimensión que garantizan su consistencia y solidez, por lo que ningún evento partidario, por complicado que resulte y aun en el caso del PLD, que involucra también al gobierno, afectaría el ordenamiento jurídico, social o económico.

La propuesta de reelección presidencial se erige como un tema político, no ético ni moral, que requiere de una amplia discusión en ese plano para derivar posteriormente en consideraciones jurídicas, con apego siempre a las más sanas prácticas de pluralidad y convivencia democráticas.

No se niega que la sesión del Comité Político peledeísta ha suscitado el interés colectivo y que las graderías del activismo partidario lucen excitadas o desbordantes, pero es menester advertir que el activo más apreciado que debería exhibir el PLD gobernante o cualquier otro partido, es la unidad.

Esa reunión, en la que presuntamente se debatiría el tema de la reelección, tendría mayor o menor afectación sobre el entorno general, pero lo importante sería que todos estén conscientes de que el mundo no se va a acabar, y que a partir del lunes, la gente retornará a su cotidianidad, sin desear que a sus muchos problemas se agregue el de la incertidumbre política.

Los votos son para que las corrientes del PLD representadas en su Comité Político procuren fórmulas de avenencia que permitan la salida de humo blanco por la chimenea morada, pero si así no fuera, alivia saber que el Apocalipsis no será hoy ni mañana.