De salud y otras cosas

El país está de duelo

El país está de duelo

César Mella cesarm2@codetel.net.do

¿Cómo se puede pasar de la alegría sana y colectiva que nutre emociones y sentimientos, en segundos, a la tragedia y a la muerte masiva que corto la esperanza y la convirtió en precipicio y destrucción?

¿Qué fuerzas, de la vida  y guiadas por quien interrumpieron al inmortal cantante de inolvidables melodías, como “Volveré”.

 ¿Por qué decidiste marcharte sin regreso, con tus notas altas inconfundibles?

Rubby aún te esperamos en el eco que emerge de la tarima cargada del polvo siniestro, que no te aviso a tiempo, al compás del raído saxofón que roncaba a tus espaldas.

¿Esa tarima de la muerte no pudo avisar que colapsaría?

¿El techo de Jet Set, no pudo ver con sus ojos de medio siglo, que debajo reían miles de almas imbuidas en un merengue  que recién iniciaba?

¿Eran todos amigos, todos festejos, toda alegría o, por el contrario: había espacio para la tristeza, el presagio  y la angustia?

Pues no, la noche se vistió de esperanzas y fantasías.

¿Quién no tiene un Jet Set en el centro del alma?

No hay más espacio para el duelo.

 La rabia y la impotencia están atados a las alas de nuestros corazones…

¿Dónde  están  las lágrimas que corren presurosas por nuestras mejillas?

Cuantos salvavidas brincaron de la calle al escenario sin esperar recompensa alguna, que la solidaridad del deber cumplido…

Familias completas de toda la geografía no pueden creerse la magnitud de esta tragedia…

¿Pero cómo es posible que Dios le diera  permiso a Jesús para disponer, sin anestesia, de tantas almas nobles?

¿Por qué a mí? ¿Porqué a mi familia’?

La hora de procurar ayuda profesional; es momento de reforzar valores espirituales profundos; es el espacio de consolidación familiar; la vida si vale y mucho, apostemos a ella y volvamos a vivirla…