FORT MYERS, Florida — Es divertido para el receptor de los Mellizos, Ryan Jeffers, escuchar las reacciones murmuradas de los bateadores rivales cuando el dominicano Jhoan Duran está en el montículo.

«Escuchas el ‘Santo cielo… ¿cómo lanza eso?'», dijo Jeffers. «Todo tipo de reacciones como esa. Hace que muchos bateadores se vean bastante tontos».

Cada bateador a nivel profesional ha sido perfeccionado por decenas de miles, si no cientos de miles, de repeticiones de pie en la caja de bateo con lanzamientos hacia ellos. Han visto todo lo que los lanzadores pueden ofrecer. Cualquier oferta que no hayan visto antes es similar a la proverbial aguja en un pajar.

Duran empuña esa aguja. Incluso tiene un nombre que suena puntiagudo: su lanzamiento es el «splinker». Ahora que ha hecho su primera lista de Grandes Ligas como relevista, espere verlo a menudo en Target Field cuando el prospecto número 6 del ranking de los Mellizos, según MLB Pipeline, haga su debut en la MLB.

«No es realmente un asunto de un lanzamiento maravilloso, sino como que hay lanzamientos que solo una persona tiene en el juego», dijo el manager de los Mellizos, Rocco Baldelli. «Creo que este lanzamiento es bastante único. No sé cómo te preparas o planificas el juego o piensas en un lanzamiento como ese como bateador. Nunca había visto algo así en mi vida. Honestamente puedo decir eso”.

Entonces, ¿qué diablos es un splinker?

El nombre es un acrónimo de «splitter» y «sinker», y esa es realmente la esencia del lanzamiento. Durán usa un agarre con los dedos separados y lo lanza tan fuerte como puede, haciendo que se mueva como el sinker más violento que jamás hayas visto, cayendo de la mesa al lado de su brazo.

Puede lanzarlo al corazón de la zona y hacer que termine en la tierra. A veces, apuntará por encima de la zona y lo dejará caer para un strike cantado. Por sugerencia de un entrenador dentro de la organización de las Diamantinas antes de la llegada de Durán a los Mellizos en el intercambio de 2018 que envió a Eduardo Escobar a Arizona, Durán comenzó a jugar con diferentes agarres, hasta que encontró uno.

«Era como un sinker normal, pero cuando me cambiaron aquí en 2018, comencé a jugar en una sesión de bullpen y salió [el splinker]», dijo Durán.

«Y yo estaba como, ‘Oh'».

Más como «oh, no» si eres un bateador contrario.

En 2017, la última temporada completa de Durán en la organización de Arizona, logró 49 ponches en 62.1 entradas. En 2019, su primera temporada completa en la organización de Minnesota, el conteo de ponches se disparó a 136 en 115 entradas. Ponchó a 22 bateadores en 16 entradas con St. Paul Triple-A la temporada pasada, cuando problemas en el codo lo mantuvieron fuera de acción durante la mayor parte de la temporada.

Esta primavera, lo mejor de Durán regresa con fuerza. Ha lanzado siete rectas rastreadas a 100 mph o más (no todos los parques de la Liga de la Toronja están equipados para rastrear lanzamientos). Él mezcla una bola curva dura en las altas 80. Sus 25 splinkers rastreados (categorizados por Statcast como splitters) han promediado 94.3 mph, dos veces superando las 97.

Entre los 46 lanzadores que lanzaron al menos 25 splitters en las Grandes Ligas la temporada pasada, esa velocidad promedio habría ocupado el primer lugar.

Será difícil cuantificar y contextualizar correctamente los datos de movimiento de Durán hasta que tenga una muestra más grande en los parques de las Grandes Ligas con el seguimiento de Statcast. Por ahora, habrá que confiar en el testimonio del tipo que está detrás del plato para la mayoría de esos lanzamientos.

«No tienes muchachos que lancen algo tan fuerte con tanto movimiento», dijo Jeffers. «Simplemente no sucede».

Durán está rompiendo el campamento en el roster de los Mellizos a pesar de la falta de una vacante en la rotación de abridores, en parte porque un papel en el bullpen ayuda a limitar su carga de trabajo después de las lesiones de 2021, y porque su material está listo para sacar a los bateadores de Grandes Ligas ahora.

El Splinker viene por ellos.

«Tienes que prepararte para eso como una bola rápida porque llega a más de 95 millas por hora», dijo Baldelli. «Cómo lidias con eso y la pelota moviéndose así es una historia diferente.

«Dejaré que el otro equipo se ocupe de eso».