López Damm dice “quien contamina, paga” y aclara Ecuador es una nación democrática en la que se respeta el derecho de sus ciudadanos a someter a quien le ha destruido su ambiente.
La embajada de Ecuador en el país refutó los argumentos de la corporación petrolera Chevron, en relación a la contaminación en la selva amazónica de ese país, situación que se encuentra actualmente en conocimiento de tribunales de esa nación e internacionales.
Carlos López Damm, embajador ecuatoriano, explicó que Chevron fue condenada por un tribunal ecuatoriano (país que la empresa solicitó fuera el que conociera del caso) a pagar por los daños causados en la Amazonía ecuatoriana a partir de una demanda de miles habitantes de la zona donde operó la compañía Texaco, entre 1964 y 1992.
“Han sido habitantes de la Amazonía ecuatoriana quienes iniciaron y siguen acciones legales contra la transnacional. Otro es el proceso impulsado por Chevron contra el Gobierno del Ecuador y que se ventila en la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya por el no reconocimiento del Tratado Bilateral e Inversiones suscrito con Estados Unidos en 1993 y que fue firmado con posterioridad a la salida de Texaco del Ecuador en 1992”, indica en su comunicación a El Nacional.
“Chevron, que absorbió a Texaco en 2001, basa su argumentación en el acta de finiquito suscrita con el gobierno del Ecuador en 1998, por la que quedaba liberada de cualquier responsabilidad futura después de la “remediación ambiental” operada por la empresa, luego de que, aduce, “remedió completamente su parte de los sitios de producción”, en clara referencia al Plan de Acción de Remediación, suscrito en 1995, según el cual se comprometió a limpiar 264 piscinas (de las 1,000 encontradas hasta la fecha) y que no remedió, ni siquiera las 162 que arguye haber saneado” apunta la misiva de respuesta.
No a Graig
Refuta al oficial de comunicaciones de Chevron, James Graig, indicando que olvida la vinculación en su nómina de accionistas entre agentes de la justicia que fallan a su favor en Estados Unidos y sus intereses corporativos y despotrica contra el fantasma de la corrupción, cuando los fallos no se avienen a su conveniencia.
Y recuerda que en el Ecuador hay una real separación de poderes, apuntando que el Poder Ejecutivo no tiene injerencia en la función Judicial y viceversa debido a que en Ecuador se vive una democracia real.
Indica que esa separación de poderes molesta a una empresa que decidió comprar los activos y pasivos de Texaco, la que perforó y operó 356 pozos de petróleo y abrió 1.000 fosas sin recubrimiento.
“Ahí arrojó residuos de todo tipo, principalmente petróleo, lodos de perforación y aguas tóxicas, que causaron daños ambientales inconmensurables y deterioraron la calidad de la vida de las comunidades.” añade
Daño registrado
López Damm dice que el pueblo de Ecuador entiende y apoya la industria petrolera responsable. Muchas compañías petroleras internacionales operan libremente y de manera rentable y sostenible en Ecuador.
“Este hecho se contrapone a las acciones y política comunicacional de la transnacional Chevron – Texaco, cuya campaña internacional de desprestigio contra el Ecuador mereció la realización el 21 de mayo del “Día Mundial Antichevron” con jornadas en Europa y América, bajo el lema “Quien Contamina, Paga”.” Expresa en su carta.
Recuerda que según Richard Heede, investigador especialista en cambio climático y autor, Chevron encabeza las 90 corporaciones responsables de la emisión de dos tercios de los gases contaminantes que provocan el calentamiento global.
Indica que la contaminación en la Amazonía ecuatoriana es cuatro veces mayor al derrame en las costas de Alaska del buque petrolero Exxon Valdez.
El presidente ecuatoriano que firmó con Texaco el finiquito comprometiendo que, tras la remediación de los pozos y piscinas contaminantes, a no levantar demandas contra la petrolera por parte del Estado, fue condenado en ausencia a 12 años de cárcel por peculado.
Carta íntegra del Embajador Carlos López Damm
Santo Domingo 29 de Mayo, 2014
Bolívar Díaz Gómez,
Subdirector,
El Nacional.
Ciudad.-
Att: José Rafael Sosa
Nota 4-8-41/2014
Santo Domingo, 29 de mayo de 2014
Señor Subdirector:
Ante la publicación del artículo “Empresa niega contamine la Amazonía del Ecuador”, en la sección “Actualidad”, el 27 de mayo en curso, es de justicia solicitar y publicar la respuesta de esta Embajada:
La sentencia que emplaza a la empresa Chevron a pagar por los daños causados en la Amazonía ecuatoriana surge de la demanda planteada y acogida en los tribunales del Ecuador por miles de afectados, habitantes de la zona donde operó la compañía Texaco, entre 1964 y 1992.
Como se observa, han sido habitantes de la Amazonía ecuatoriana quienes iniciaron y siguen acciones legales contra la transnacional. Otro es el proceso impulsado por Chevron contra el Gobierno del Ecuador y que se ventila en la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya por el no reconocimiento del Tratado Bilateral e Inversiones suscrito con Estados Unidos en 1993 y que, como se observa, fue firmado con posterioridad a la salida de Texaco del Ecuador en 1992.
Bajo esta premisa, se evidencia que la argumentación esgrimida por Chevron para mantenerse al margen de toda responsabilidad ambiental es insostenible. Chevron, que absorbió a Texaco en 2001, basa su argumentación en el Acta de Finiquito suscrita con el Gobierno del Ecuador en 1998, por la que quedaba liberada de cualquier responsabilidad futura después de la “remediación ambiental” operada por la empresa, luego de que, aduce, “remedió completamente su parte de los sitios de producción”, en clara referencia al Plan de Acción de Remediación, suscrito en 1995, según el cual se comprometió a limpiar 264 piscinas (de las 1000 encontradas hasta la fecha) y que no remedió, ni siquiera las 162 que arguye haber saneado.
De otra parte, James Craig, oficial de comunicaciones públicas de la empresa Chevron, acusa al Gobierno y al sistema judicial ecuatoriano de llevar a cabo acciones no éticas en torno al caso, al referirse a supuestas pruebas documentadas de fraude. Por el contrario, es público que Chevron, en lugar de denunciar formalmente cualquier irregularidad, procedió a entregar al ex juez Guerra, quien participara en la sentencia aparentemente falsa, alrededor de 300.000 dólares en beneficios económicos, según manifestara el propio ex juez Guerra, quien, dice, llegó a acuerdos con Chevron para presentarse como testigo principal del supuesto fraude.
El señor Craig habría manifestado en su carta que el Gobierno del “Ecuador mantiene una campaña que incluye tours mediáticos a los campos petrolíferos, busca generar presión internacional para obligar a Chevron a pagar a abogados corruptos”. La transnacional, una de las mayores responsables de la contaminación en el globo*, olvida la vinculación en su nómina de accionistas entre agentes de la justicia que fallan a su favor en los Estados Unidos y sus intereses corporativos y despotrica contra el fantasma de la corrupción, cuando los fallos no se avienen a su conveniencia.
La campaña internacional “La Mano Sucia de Chevron” aglutina a 55 Comités de Solidaridad en todo el mundo, de ciudadanos que apoyan esta causa, que se enlazan entre sí para desarrollar acciones de toma de conciencia sobre el grave perjuicio ocasionado por la transnacional Chevron – Texaco. Las visitas a las piscinas contaminadas por la transnacional constituyen evidencia de una realidad lacerante, la misma que no sólo busca hacer eco de la sed de justicia de “Los Afectados” sino que también ha significado que el Gobierno Nacional establezca responsabilidades históricas de los funcionarios involucrados. El mismo señor James Craig fue uno de los primeros invitados por el Gobierno Nacional a que introduzca su mano en medio de los desechos dejados por la petrolera.
Asimismo, es preciso recordar que en 1964 el Gobierno ecuatoriano firma un contrato de concesión con Texaco, otorgándole a la empresa los derechos para la exploración y producción petrolera en la región amazónica. Texaco asignó la mitad de su participación a la compañía Ecuadorian Oil Gulf Company, formando un Consorcio en el que Texaco presta sus servicios como única operadora de la exploración y la explotación petrolífera.
Finalmente, en el Ecuador hay una real separación de poderes. La función Ejecutiva no tiene injerencia en la función Judicial y viceversa. En el Ecuador se vive una democracia real.
Esta es la realidad que molesta a una empresa que decidió comprar los activos y pasivos de Texaco, la que perforó y operó 356 pozos de petróleo y abrió 1.000 fosas sin ningún tipo de recubrimiento. Ahí arrojó residuos de todo tipo, principalmente petróleo, lodos de perforación y aguas tóxicas, que causaron daños ambientales inconmensurables y deterioraron la calidad de la vida de las comunidades. En total, es responsable del derrame de no menos de 71 millones de litros de residuos de petróleo y 64 millones de litros de petróleo bruto en más de 2 millones de hectáreas de la Amazonía ecuatoriana**.
Quizás por estas razones, la última Junta de Accionistas de Chevron cambió repentinamentesu estrategia de acceso a la pequeña localidad de Midland, Texas, para su encuentro anual de accionistas, ayer, 28 de mayo, y lejos de su sede habitual en California, donde por avión tratarían de evitar el escrutinio público y una probable e inusual afluencia de turistas ávidos por conocer decisiones sobre la demanda plateada por los habitantes afectados de la Amazonía ecuatoriana.
Reitero, la demanda es de Chevron contra el Gobierno del Ecuador, a la cual acompaña una campaña que busca endosar su responsabilidad en la contaminación de territorio ecuatoriano.
El pueblo de Ecuador entiende y apoya la industria petrolera responsable. Muchas compañías petroleras internacionales operan libremente y de manera rentable y sostenible en Ecuador. Este hecho se contrapone a las acciones y política comunicacional de la transnacional Chevron – Texaco, cuya campaña internacional de desprestigio contra el Ecuador mereció la realización el pasado 21 de mayo en curso del “Día Mundial #antichevron” con jornadas presenciales y virtuales en Europa y América, bajo el lema “Quien Contamina, Paga”.
*Según Richard Heede, investigador especialista en cambio climático y autor, Chevron encabeza las 90 corporaciones responsables de la emisión de dos tercios de los gases contaminantes que provocan el calentamiento global.
**El ecocidio registrado en la Amazonía ecuatoriana es cuatro veces mayor al derramen en las costas de Alaska del buque petrolero Exxon Valdez.
Atentamente,
Carlos López Damm,
Embajador República de Ecuador en RD.