Opinión Articulistas

En la línea correcta

En la línea correcta

Eduardo Álvarez

Al ritmo adecuado. Así marcha el país, gracias al liderazgo político y las ejecutorias del presidente Luis Abinader, cuyas posiciones sobre diferentes aspectos nos sitúan en alto y sostenible nivel de confianza y respeto en todo el mundo, sobre todo, en esta región.

Diestro y responsable, ha manejado efectivamente todo lo concerniente a política exterior, lo cual incluye recientes acontecimientos en Venezuela. Interpretando el momento, se puso a la altura de las circunstancias. Los estrechos vínculos que históricamente nos unen a esa nación sudamericana, basados en principios democráticos, se reafirmaron esta vez en su valoración y defensa de la democracia.

Por otra parte, apreciables inversiones publicas, que han estimulado la iniciativa privada, contribuyen significativamente a cambiar la zona sur, auspiciando el desarrollo de este polo turístico con Pedernales, como eje oportuno y necesario de otras provincias del sur lejano.

En ese orden, Manzanillo reivindica el vasto y fértil Cibao, apuntalando su proyecto de multipuerto y zona industrial con enormes potenciales productivos y comerciales, lo cual se traduce en un notable incremento en fuentes de empleos y oportunidades para medianas y pequeñas empresas.

Nos tomaría un tiempo y espacio interminable enumerar obras y decisiones de este gobierno. Sin embargo, nos permitimos mostrar solo dos o tres muestras que lo definen claramente.

En términos prácticos, tenemos varias maneras para medir la satisfacción de la gente. Y ver su alto grado de participación e involucramiento en la vida social, económica y cotidiana es una de ellas. Sin ir muy lejos, nos remitimos al disfrute pleno que se observa en todas las capas sociales, reflejado en el comercio.

Hablamos de plazas, tiendas, restaurante, hoteles, en fin, cuyas ocupaciones completas en diversos establecimientos, resultado por supuesto de políticas públicas que favorecen a todos los sectores. La seriedad, honestidad y transparencia rinde sus frutos.