¡Alerta…!
El liderazgo nacional, pese a todas las signos de peligro, está en negación, frisado, perplejo… próximo a la evasión, quizás con ensueño bovarista, o peor, en modo Jet Set. Porfiando con desenfado y enfoques superficiales sobre crisis que solo reflejan los graves problemas estructurales que enfrenta la marcha de la nación, mientras las masas populares son embobadas con La Casa de Alhofoke…y los prospectos políticos enloquecen con el 28.
Lo que esta ejecutándose contra la nación y el pueblo dominicanos es un crimen internacional de alta inteligencia y sofisticación…”Un crimen de agresión con ropaje de crisis humanitaria”, que puede comprometer su existencia, extinguir sus derechos inalienables, dar pretexto para una intervención y ocupación internacional, “igualmente humanitaria”.
En esas circunstancias criticas la mejor defensa es el pueblo mismo, cuando es alertado, orientado, encuadrado, unificado y movilizado. Pero el liderazgo de la nación teme afectar el turismo, el clima de inversión, la Cumbre de las Américas, donde van a estrenarse las vistosas Chacabanas aquellas…que ordenó el Mirex.
El presidente Luis Abinader-y por igual los ex presidentes Fernández, Medina y Mejía-, así como los demás planos del liderazgo nacional, deben saber que el pueblo dominicano no perdonará que le fallen o lo entreguen. Deben empezar por cambiar el enfoque: no es migración laboral, ni desarrollo desigual, ni debilidad de las fronteras, ni “un drama humano” que invite a la acogida, como lo sugiere el Ministro de Defensa. Tampoco, es el ajuste necesario para el dominio del mercado insular de los 25, 30 millones…¡que algunos poderosos han codiciado!
Nunca se crean la conseja de que podemos o debemos involucrarnos directamente en Haití… Esa crisis internacional, con implicaciones de seguridad nacional e internacional- la más antigua y compleja del continente-deliberadamente ha sido fomentada, prolongada, ampliada, profundizada… para trasvasarla progresivamente a República Dominicana…
Para que el postulado de que no hay ni habrá solución dominicana a los problemas de Haití, (ni aquí… ni allá), sea creíble y eficaz, se necesita mirar cara a cara los peligros, y ponernos como nación- “unidos y serenos”- en estado de defensa y emergencia….
Finalmente, es crucial tener bien presente que en la actualidad, en nuestros entornos globales, continentales y regionales- está en evolución la tormenta perfecta-, unos escenarios de confrontación agudos, propios de una guerra híbrida de 4ta generación, en los que podríamos terminar entrampados y lesionados severamente, de no actuar con cautela y energía, fortaleza y unidad en defensa de nuestros intereses. Solo el pueblo salva la patria.
Por: Pelegrín Castillo Semán
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