Carta de los Lectores Opinión

Escándalos ruidosos

Escándalos ruidosos

Los escándalos más ruidosos del gobierno de Hipólito Mejía fueron El Plan Renove y el fraude del Banco Baninter. El primero fue judicializado durante su mandato, siendo su último reo Flavio Ruiz, un pollito mimado de la UASD, e indultado por el presidente Fernández 2004/2008.

El bulloso caso Baninter provocó su cierre y su desaparición, dejando en su ingrato recuerdo los supuestos responsables de su caída, entre ellos Pepe Goico, que hoy, casi dos décadas después, revive la indignación de la gente, al informarse de una sentencia que ordena el reintegro y pago retroactivo del tiempo dejado de cobrar por este alto oficial, que había sido pensionado irregularmente. Ese dictamen pone en apuro al Ministro de Defensa y al presidente Abinader por el mal ejemplo que representa y por la lucha del gobernante de minimizar la corrupción y acabar con la impunidad.

El lenguaje judicial tipifica estos como corrupción, fraude etc., mientras el populacho lo tilda de robo. Después de Hipólito Mejía, nueva vez ascendió Leonel Fernández y gobernó por ocho años. Y en 2012 le siguió Danilo Medina, también duró ocho años, gobierno que rompió todos los esquemas en poner las manos a lo ajeno y en abuso de poder y de confianza. En perversidad, robo y corrupción el PLD y su gobierno son modelos solitarios de corrupción, al punto que nueva vez se ha popularizado la palabra ladrón, dicción de mayor uso de hablantes dominicanos.

Eran muchos, y muy finos al punto que Danilo no percibió (según él), que había gente de su entorno y de su familia metida en tan grandes líos.

Para superar este latrocinio se necesita aprobar y aplicar la ley de Extinción de Dominio, que está en el congreso, tener legisladores que puedan tirar la primera piedra, una nueva Policía Nacional (sin paño con pasta) y gobernantes con coraza, decisión y moral para atacar con fiereza la impunidad. Preñado de firmeza real, el presidente que le toque esta tarea debiera hacerse algunos cursillos en Filipina, China, Singapur etc. y tener el apoyo legal y social para actuar.

El latrocinio se ha introducido en nuestra cultura y ha dañado la conducta de jóvenes y adultos permeables que cada vez afectan más su propia sociedad. Estamos amenazados a lo peor, con la cosecha de adolescentes y jóvenes criados en medio de este oscurecido ambiente acompañado del uso y tráfico de drogas, e influenciado con la parte perversa de las redes sociales, que desafían la decencia y las buenas costumbres de este pueblo que sigue la cristiandad y el patriotismo.

Por: Lic. Santiago Martínez

El Nacional

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