Editorial

Éxodo económico

Éxodo económico

Durante el siglo XXI, el de la globalización, el de la Aldea Global, digitalización y control de la información, un millón 608,567 dominicanos emigraron del país, la mayoría hacia Estados Unidos y Europa en procura de una vida mejor para sí y los suyos.
El promedio de edad de los casi 50 mil nativos que emprendieron viaje en 2020, es de 31.5 años, lo que puede atribuirse al espíritu emprendedor de la juventud, pero también a un posible síndrome de desesperanza.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó que para 2019, la cifra de jóvenes desempleados que buscaban trabajo ascendió a 190,500 y que para ese mismo año, la población de jóvenes entre 15 a 24 años que ni estudian ni trabajan ascendía a 475 mil.
Con el éxodo de gran parte de esa población nacional emigran también muchos años de entrenamiento y preparación laboral y académica que familia y sociedad solventaron, pero que serán otros países los que se beneficiarán de las capacidades alcanzadas y no la nación que requiere y necesita sus servicios.
En menos de dos décadas se ha ausentado del país el equivalente al 15% de la población, según estimaciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, que toma en cuenta el último censo de población que sitúa en 10 millones 739 mil la cantidad de dominicanos residentes en tierra insular.
Un dato altamente relevante refiere que durante los últimos 20 años, en base a un estimado de cinco mil millones de dólares por año, las remesas de los dominicanos residentes en el exterior ascienden a cien mil millones de dólares, cifra impresionante que no borra el pesar por esos exilios económicos.

Gratitud

La embajada de China puso ayer en relieve los esfuerzos que realizan sus autoridades para suplir a República Dominicana de las vacunas contra el coronavirus, al señalar que muchas personas no descansaron en Beijing para superar dificultades en el embarque de contenedores con un millón de dosis.
El Gobierno y el pueblo dominicano deben agradecer sobremanera el valioso gesto de China, que ayudará a la continuación del proceso de vacunación, en momentos cuando grandes metrópolis acaparan para los suyos más del 75% de la producción de vacunas a cargo de farmacéuticas occidentales. Gratitud es la palabra.

El Nacional

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