La escasez de agua potable se ha agravado en Santo Domingo Este, donde hay sectores que solo reciben el servicio un día a la semana, situación que mantiene a los residentes preocupados.
Por ejemplo, en sectores al sur de la avenida Las Américas como Los Mameyes, La Tablita, Isabelita, El Pensador, Villa Olímpica, sus moradores se quejan de la falta de agua.
En las calles San Rafael y Terminal Esso, sus moradores se quejan de que están pasando sinsabores por la falta del líquido y cuando suele llegar tienen que reciclarla.
La precariedad del servicio es tal que el agua una vez usada en el lavado de ropa luego es empleada para descargar baños y otras labores de limpieza en el hogar.
En la tardanza para recibir el agua potable, las cisternas se van quedando vacías, agravando la situación.
Santo Domingo Este y la zona de Pantoja, en Santo Domingo Oeste, siempre han sido las más afectadas con el suministro del agua potable.
En el Distrito Nacional hay una calle donde casi nunca ha llegado el agua: la calle Rafael Atoa, de Villa Francisca.
El servicio de agua potable es de vital importancia para la sobrevivencia humana, por eso está consagrado en la Constitución de la República, como un servicio básico que tiene que ser garantizado por el Estado.
Frente al calor típico de la temporada, la gente demanda de mayor cantidad de agua y de electricidad para poder mitigar el impacto de las altas temperaturas. Al igual que la falta de energía eléctrica, la escasez de agua también irrita a la población.
Moradores de la calle San Rafael, en Los Mameyes, pidieron al director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), Felipe Suberví (Fellito), aumentar la frecuencia del envío del agua potable, por lo men