Qué falta de solidaridad. Qué vergüenza. Cuánta decadencia. Y a qué se debe tanto asombro, preguntarían mis asiduos lectores. Bueno, por honestidad, debo dejar plasmado para orgullo de mis nietos y verdaderos amigos, mi indignación por el genocidio que comete Israel en la Franja de Gaza, donde más de 35 mil personas han perdido la vida, en su gran mayoría, mujeres y niños.
No deja de ser alarmante la indiferencia mostrada por el Movimiento Deportivo Internacional, encabezado por el Comité Olímpico Internacional que dirige el alemán,
Thomas Bach, cuyos principios enarbolan el amor a la vida, al respeto y la amistad. Esos líderes mundiales del deporte, no les importa cuántos niños hayan caído bajo alevosas balas israelíes. Hace muchos años que esos líderes tienen una agenda económica.

No hay manera de que podamos olvidar a Pablo Neruda y aquella frase que cada día adquiere mayor connotación con los tiempos de egoísmo que vive la humanidad.’’ Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos’’. Y es así, pues igual actitud han asumido las organizaciones deportivas y culturales en la República Dominicana ante el drama humano que se vive en la Franja de Gaza.
En los tiempos en que las organizaciones sociales, deportivas y culturales, hacían valer sus consignas combativas en defensa de sus principios, ya hubiesen levantado su voz, condenando el genocidio de Israel, o por lo menos, hubiesen ido con pancartas y proclamas a la embajada de Israel en el país, exigiendo la paz.

Cuando el idiota de Lyndon Johnson ordenó que 42 mil marines invadieran la patria de Gregorio Urbano Gilbert, muchas organizaciones internacionales levantaron sus voces, condenando la afrenta a nuestra soberanía. Famosa es la actitud del jugador de béisbol dominicano, Felipe Rojas Alou, quien se negó a entrar al terreno de juego, en protesta por la grosera intervención de los ‘’yankees’’ a nuestro terruño.
‘’Como una mata de mango no puede dar cerezas’’, hay que ser realista y reconocer que la prestigiosa bandera de solidaridad que portaban los líderes deportivos dominicanos, ha sido cambiada por un inmenso deseo de aparecer en las portadas de las páginas deportivas y ascender socialmente, en muchos casos de una manera oportunista.
A todos esos líderes del Movimiento Deportivo Mundial y nuestra dirigencia criolla, que han sido indiferentes con la tragedia de la franja de Gaza, les dejo estos versos de Pablo Neruda, donde resalta su solidaridad con el pueblo dominicano.
‘’ Me gusta en Nueva York el yanqui vivo, y sus lindas muchachas por supuesto, pero en Santo Domingo y Vietnam, prefiero norteamericanos muertos’’.
Por: Ramón Rodríguez
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