Según palabras de José Martí: «La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes». Hoy se conmemora en todo el mundo el Día Mundial de la Felicidad, y las Naciones Unidas que auspician este evento piden a los países hacer cosas que hagan felices a los demás ya que de esta manera, todos nos beneficiamos.
Según el Informe de felicidad mundial 2016, que se presenta por cuarta vez, Dinamarca nuevamente es seleccionado como el país donde sus ciudadanos reportan mayor índice de felicidad, siguen en este orden Suiza, Noruega, Islandia y Finlandia. En nuestra región encontramos Costa Rica, Panamá y Puerto Rico, y en una lejana posición número 89 aparece la República Dominicana.
Según los autores del estudio, hay por lo menos siete ingredientes claves para la felicidad: las personas que viven en los países más felices tienen una esperanza de vida más larga; más apoyo social; más libertad para tomar decisiones en la vida; percepciones más bajas de corrupción; experimentan más generosidad, y tienen un producto interno bruto más alto per cápita,
El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás; en cambio aquí personas y sectores cargados de odio hacen discursos racistas, xenófobos y homofóbicos, contra ciudadanos cuyo único delito es ser diferentes y tomar decisiones sobre sus propias vidas.
Tenemos que luchar por vivir en una convivencia armónica, donde la tolerancia, el diálogo y el amor sean las armas que se utilicen para dirimir cualquier diferencia, y seguir las palabras del Dalay Lama cuando nos dice: » Si deseas felicidad de los demás, sé compasivo. Si deseas tu propia felicidad, sé compasivo».
Algo para reflexionar es que los países más felices también son aquellos con más bajos índices de religiosidad y/o que no tienen ejércitos. Para actuar pido a mis lectores que en sus «chateo» durante el día de hoy incluyan el icono de la carita feliz; símbolo más conocido de la felicidad.